Tradicionalmente, se ha hecho una separación entre el tipo de videojuegos que se enfocan hacia el mercado de las videoconsolas y los que están dirigidos a los ordenadores personales. Esta diferencia estaba mucho más acentuada en las décadas de los 80 y 90. El ordenador personal se consideraba una herramienta casi exclusiva de trabajo y los videojuegos eran un complemento dirigido a un público más reflexivo que estaba más predispuestos a géneros más pausados como las aventuras gráficas o los videojuegos de estrategia.
Por suerte hubo desarrolladores aventureros que no estaban para nada de acuerdo con esta afirmación y se negaban a pensar que los géneros de acción o plataformas fueran coto único para las videoconsolas o las máquinas recreativas. Entre todos ellos destacaba The Bitmap Brothers, una compañía británica en la que el grueso de su producción se encontraba en un género tan vetado para los ordenadores como el de la acción. The Bitmap Brothers demostraron con creces que el ordenador personal era una plataforma válida para este tipo de títulos, hasta tal punto que producciones suyas como Speedball, The Chaos Engine o Z consiguieron dar el difícil salto desde los ordenadores personales al mercado de las videoconsolas. (más…)