Mientras que puede resultar complicado encontrar jugadores que no se sientan del todo cómodos en géneros tan populares como las plataformas, los shooters o los beat ’em ups, no es tan difícil conocer gente a la que se les atraganten títulos circunscritos dentro de categorías más particulares como los JRPG o la estrategia de gestión. Sin llegar a los niveles de hermetismo de estos dos ejemplos, la conducción es uno de estos géneros que, aunque presente en la historia del medio desde sus comienzos y con varios títulos imprescindibles a sus espaldas, no termina de entrarle bien a todo el mundo. Por eso, cuando un juego como Burnout Paradise consigue entusiasmar al tipo de jugador que no movería una tripa ante hitos como Gran Turismo, MotorStorm o Forza, tal vez deberíamos preguntarnos qué lo hace diferente. Mi teoría es que, en realidad, el juego de Criterion no va sobre coches, ni sobre conducción, ni sobre carreras; va sobre follar. Y eso nos resulta atractivo a todos. (más…)
Eres de los que miran en los accidentes, las colisiones en Burnout Paradise
Little Bits – 23
Gameland – 1
Super Meat Boy
¿Alguna vez un amigo te ha dado dos ostias por estar siendo un gilipollas? Ese colega de toda la vida al que se le han hinchado los huevos de ver como hacías el tonto y decide que la única manera de sacarte de tu estado de estupidez supina es con una terapia de shock a base golpes. Ese amigo podría llamarse Super Meat Boy, un juego que te hace ver lo que años de juegos de rol japoneses, disparos en primera persona sobre raíles y autoguardados han hecho con tu habilidad, para luego darte la mano, ayudarte a levantarte e irse de fiesta contigo.
Destilación de los mejores plataformas de mediados de los ochenta y principios de los noventa, Super Meat Boy es una oda al buen diseño de niveles y a los tres pilares básicos del género: el reto, el aprendizaje y la superación, valores que parecen haber sido sacrificados en la gran mayoría de juegos actuales para hacerlos “accesibles” y “casuales”. Curiosamente el aspecto de Super Meat Boy a primera vista es de lo más corriente, con una estética heredada de su antecesor para web (Meat Boy) y cientos de niveles que no superan el medio minuto, pero la falsa impresión dura lo que tardamos en pulsar start. (más…)