En todos los grupos de amigos siempre podemos encontrar al típico chaval feo, ese sin nada especial del que incluso mucha gente se ríe, pero que cuando llega la noche se lleva a la chica más guapa. Te quedas con cara de tonto, no entiendes nada, pero ha ocurrido y no es la primera vez. En ocasiones esto también ocurre en el mundo de los videojuegos: resulta que tenemos una obra gráficamente horrenda; con un apartado musical, si no molesto, sí extremadamente repetitivo; un control que impide que el jugador esté cómodo a los mandos en todo momento; y, sin embargo, es capaz de meterse directamente entre los juegos favoritos del jugador por el desarrollo que ofrece, la historia que cuenta y el carisma que derrocha.
Vamos a comenzar un ciclo de críticas de juegos de terror analizando uno de los títulos de culto de la presente generación: Deadly Premonition. (más…)