Pasemos cuanto antes la parte obvia: Sí, Thirty Flights of Loving dura alrededor de trece minutos. Y también: Es un experimento sobre narrativa muy particular. Asumidos estos dos puntos podemos centrarnos en el juego.
Thirty Flights of Loving proviene de una saga de historias llamada Citizen Abel: un caso especial entre los indies puesto que las cinco primeras entregas son ideaciones del creador en sus tiempos de instituto, y lo más probable es que ni siquiera vean la luz en internet.Y en la actual oleada de juegos que experimentan con la narrativa, adquiere una particular postura. No concibe la interactividad como un medio para medir habilidad o jugar con el cambio, sino que busca únicamente explicar una relato corto. Sin decisiones del jugador, sin finales alternativos. Únicamente con trama, historia y puesta en escena. (más…)