Supongo que muchos de vosotros ya conoceréis la saga Etrian Odyssey, así que para los pocos desconocedores haré un breve resumen sobre el planteamiento de su mecánica. Todos los títulos de la saga son «dungeon crawlers» en primera persona, con combates por turnos, creados por Atlus para las consolas portátiles de Nintendo. El principal fin en ellos es explorar un laberinto, habitualmente de proporciones inmensas, dividido a su vez en infinidad de niveles que además agrupan distintos estratos, cada uno con un ecosistema distinto. Y por supuesto, dicho laberinto está por explorar, ¿y qué sucede siempre con los lugares inexplorados? que lógicamente no se nos suele ofrecer de inicio un mapa ni demasiados puntos de referencia sobre los que guiarnos.
Nosotros, como buenos exploradores que somos, nos lanzamos a la aventura con nuestro recién creado gremio y sus cinco personajes escogidos. Pero no todo es ir a ciegas. En la pantalla táctil de la consola los diseñadores han dejado a nuestra disposición las herramientas necesarias para crear nuestro propio mapa, algo indispensable. No solo será necesario rellenar el terreno a pisar, sino que además habrá eventos, sitios de cura, o posaderos donde guardar partida, todo junto a lugares de donde extraer recursos —necesarios para ganar dinero y crear nuevas armas y armaduras con ellos — e incluso trampas. Sin estas indicaciones, lo que es un juego de supervivencia para llegar al próximo nivel, acabaría en una muerte más que segura. Y creedme cuando os digo que el posadero no será nuestro amigo aunque podamos salvar el avance con él, cada cierto tiempo el precio de las curas aumentará y lo mismo ocurrirá con los precios para revivir a algún pobre aliado muerto. (más…)