La premisa es rara pero interesante, estamos ante un matamarcianos con jugabilidad 3D donde manejamos a la hija del Presidente de Japón, cuya misión es salvar el país a lomos de un robot de combate. Tras este curioso concepto nos encontramos un juego que mezcla con acierto mecánicas muy novedosas con una idea de videojuego casi primigenia. El desarrollo de cada nivel es abierto, con objetivos a cumplir para seguir avanzando, y teniendo un manejo que mezcla el stick para el movimiento con el uso del lápiz y la pantalla táctil para el disparo, de manera que según el arma seleccionada pueden haber diferentes resultados. Además, a nuestra disposición tenemos ataques especiales que requieren ciertos movimientos encima de la pantalla táctil.
Otra sorpresa es la manera de usar los escudos y disparos, pues lo que tenemos realmente es una cantidad de energía (que puede aumentar conforme lo vayamos haciendo bien) para destinar a disparar o a parar disparos enemigos en forma de escudo. La gestión de este recurso resulta vital para la supervivencia ya que si superan nuestra barrera empezamos a perder vida útil de nuestro robot.
Técnicamente mezcla la espectacularidad de los vídeos animados con un sonido realmente bueno. Aunque, la duración es correcta pero nada espectacular.
Una muy agradable sorpresa, especialmente para los aficionados al género.
Lo estoy jugando, y aunque aun estoy en la tercera fase, me está pareciendo muy genial. Aunque eso sí, los escenarios me están pareciendo muy parecidos entre ellos y sobretodo, el control para los jugadores zurdos es algo complicado.