Vessel

Por Author Ramón Nafria Nagore el 7 de mayo de 2012.

Imagináos que os ponéis a jugar a Super Metroid, y tras 2 horas de partida, por fin, os dan la primera arma. Esta es la mayor pega que le encuentro a Vessel, un juego que mezcla con gran gracia puzles, exploración, plataformeo y acción, pero que tiene un inicio lentísimo (y muy centrado en los puzles). Pasadas (en mi caso) dos horas de partida, por fin, nos procuramos un arma que lanza o absorbe líquidos, y es donde realmente empieza el juego que esperábamos encontrar.

Y es que Vessel es un juego muy completo, innovador, y podemos decir que hasta bello y sorprendente. En él manejamos a Arkwright, un inventor que tras revolucionar el mundo con su hallazgo, ve como éste se ha vuelto en contra de los intereses de la humanidad, y nos toca ayudarle a que lo arregle. Así, el gran hallazgo de Arkwright son los fluros, unas semillas que al acercarles cualquier líquido se transforman en robots incansables, pero en el caso de que el líquido sea dañino (por ejemplo, lava) pueden provocar el mayor de los daños. Por suerte, el manejador de fluidos que portamos es capaz no sólo de lidiar con estos problemas, también puede mejorar (por un sistema bastante trabajado, todo hay que decirlo), y además tenemos a nuestra disposición diferentes tipos de fluros que podremos usar a nuestra conveniencia. Aunque a malas, si en algún momento la situación se vuelve incontrolable siempre podemos reiniciar la partida.

Su apartado técnico me parece especialmente brillante. No juzguéis este título por las primeras partidas o impresiones, porque si bien al principio parece estar centrado en una fábrica de estilo steampunk, triste y oscura, durante el juego acabaremos visitando escenarios muy coloristas y variados. El juego usa un sistema de físicas a lo largo de toda la partida, tanto en las animaciones del personaje (que usa el sistema de ragdolls a pesar de ser un plataformas en dos dimensiones), como sobre todo en la simulación de fluidos, el uso de estos en los puzles, el efecto que tienen en los fluros, etcétera.

El apartado musical es igual de brillante, con melodías que ambientan cuando deben, teniendo sus subidas de tensión en esas ocasiones que lo requieran, y con pasos, fluidos o similares acompañándonos en la fábrica.

En resumidas cuentas, el primer título de Strange Loop Games es muy recomendable, aunque tal vez tenga un ritmo un poco lento al principio y la primera impresión pueda llevar a engaño. Dadle una oportunidad, y os sorprenderá con una verdadera aventura llevada a cabo por un científico, y como tal, que exigirá no sólo nuestra habilidad manual, sino también el uso de nuestras neuronas.

Sobre Ramón Nafria Nagore...

Superviviente a la Asociación de Desarrolladores de Ocio Interactivo Digital (DOID), Ingeniero titulado en Informática, actualmente dedica su tiempo profesional a la producción de videojuegos. Su experiencia en la industria del videojuego le ha llevado a escribir en revistas (como Ociojoven y Vandal), ejercer de tester en Gameloft o a ocuparse de tareas de diseño y producción en Digital Legends. Actualmente es uno de los fundadores de A Crowd of Monsters.

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