El sector del videojuego debe de ser uno de los pocos donde aparecen empresas como esta, cyo verdadero objetivo, además de hacer dinero y resultar rentable, es demostrar que… los japoneses son los mejores haciendo videojuegos. Porque eso es lo que quiere decir su nombre: Nippon Ichi Software, Japón es el número 1 (lo mismo que dice Mai Shiranui cuando gana un combate).
NIS nace en 1991 en la ciudad de Gifu (una localidad japonesa de 400.000 habitantes) bajo el nombre Prism Kikaku. En 1994 cambia de nombre a Nippon Ichi Software, y lanza su primer juego bajo esta denominación en 1995 (Jigsaw World, de puzles, para la primera Playstation; no en vano para Super Nintendo ya habían lanzado un juego llamado en occidente Pieces de la misma mecánica), seguido por un juego de tablero para la misma plataforma llamado The Oni Taiji: Mezase! Nidaime Momotarou. Como vemos, desde el comienzo tienen la intención de lanzar productos para el mercado japonés, algo que continúa en 1996 con el lanzamiento de otro Jigsaw y de un juego de Mahjong.
Por suerte, en 1997 empiezan a lanzar el tipo de juegos que más fama les ha dado: juegos de estrategia táctica con desarrollo de personajes (conocidos en otros lares como Tactic RPG). Así, tras otro juego de puzles, el primero que lanzaron fue Angel Blade: Neo Tokyo Guardians, en el que manejamos a unas defensoras de la capital japonesa, como si nos refiriésemos a un Sakura Taisen.
1998 fue un año mucho más interesante desde el punto de vista de producto. Sin sacar sus juegos fuera del país nipón, donde eran distribuidos por la empresa On Dimand (también conocida como Hamster), lanzaron tres títulos bastante curiosos para Playstation: un juego de estrategia comercial basado en el negocio de las televisiones llamado SateliTV, un juego de acción en el que tenemos que derrotar a nuestros rivales… cocinando mejor que ellos… a base de derrotar a la comida llamado Cooking Fighter, y un título que sí apareció fuera de las fronteras japonesas, pero en el año 2000 y gracias a Atlus, llamado Rhapsody: A Musical Adventure, un delicioso juego de rol en el que, por ejemplo, invocamos tartas para derrotar a los rivales (se ha lanzado recientemente en nuestro país para Nintendo DS). Sus secuelas nunca han llegado a occidente de manera oficial, a pesar de que es uno de los precedentes de los juegos más conocidos de esta compañía.
Y es que la historia cambia en 2003. Antes habían realizado (y lanzado, siendo ya su propia editora) en Japón el título La Pucelle Tactics, que tiene lugar en el mismo universo que Rhapsody, pero no fue hasta esa fecha cuando, tras unas críticas a nivel internacional demoledoramente buenas, se empezó a tomar en serio a esta compañía. El culpable de todo es Disgaea: Hour of Darkness, un juego de estrategia táctica con desarrollo de personajes, que resulta ser una de las grandes sorpresas del año. Con un sentido del humor fantástico, una gran originalidad en su desarrollo (el protagonista es el príncipe del inframundo y tiene que reconquistarlo, y para ello cuenta con un ejército en el que la escala más baja es… una especie de pingüinos que explotan).
Dado el éxito de este título, en NIS se replantean la estrategia, y deciden, literalmente, poner una pica en Flandes (Estados Unidos). Montan NIS América, y desde entonces editan sus juegos para el mercado occidental desde esa posición.
A pesar de no lanzar todos sus títulos de manera occidental, si nos llegan sus mayores éxitos. Phantom Brave es el próximo título en seguir la estela de La Pucelle y Disgaea, a la vez que empiezan a distribuir buenos juegos que se quedaban en Japón, como la serie Atelier, y luego aparece Makai Kingdom. Mientras, en Japón también realizan labores de edición, con lanzamientos como Eien no Aseria: The Spirit of Eternity Sword, Aoi no Tristia o Rasetsu Alternative (juegos que debido al auge del manga en EEUU en esa época, alcanzaron una cierta categoría de culto, junto con otros juegos puramente japoneses).
Tras lanzar nuevas entregas de la saga Disgaea y Makai Kingdom, y abrir una nueva saga como es Soul Nomad, NIS dió otro salto importante: cotizar en el JASDAQ, donde tuvieron una buena acogida inicialmente. También lanzaron un par de juegos de la empresa japonesa Hit Maker —no confundir con el anterior estudio de Sega— para PSP (Blade Dancer y Dragoneers Aria), DS (el curioso A Witch’s Tale) y PlayStation 3 (uno de sus grandes fracasos, Last Rebellion; el presidente de la compañía reconoció públicamente que el juego era muy flojo).
2008 es un año bastante decente dentro de la historia de NIS. Primero, por lanzar Disgaea para Playstation 3, un juego que sorprendió por un aspecto gráfico que no aprovecha el potencial de la consola, pero que desde NIS, como empresa con carácter que es, consideraron que era lo que necesitaba. Segundo, por empezar a dar lustre a sus sagas, con un maravilloso plataformas llamado Prinny: Can I Really be the Hero?, protagonizado por esos actores secundarios de la saga Disgaea y que, además de ser realmente difícil y de estar bien planteado, ayuda a crear esa mística entre NIS y el usuario.
Mística que se ve reforzada por juegos como Trinity Universe, Cross Edge, Disgaea Infinite y, sobre todo, ZHP: una de las últimas sorpresas agradables para Playstation Portable (junto con, casualmente, la secuela del primer Prinny); uno de los juegos más a tener en cuenta de los últimos tiempos, y con el que la compañía se empeña en dar la espalda a los malos augurios tras una bajada muy grande en su cotización en el JASDAQ a raíz de los resultados de 2009.
En la actualidad, y después de haber lanzado dos entregas de la saga Cladun y Badman, la cuarta parte de Disgaea, el curioso Criminal Girls en Japón, y haber ayudado a traer a occidente, por primera vez, la saga de culto Sakura Taisen, están preparando un interesante juego de rol llamado The Witch and the Hundred Soldiers, y preparan el desembarco en Playstation Vita con la saga Disgaea, y en Nintendo 3ds con la versión 3d de un clásico japonés como es Doukutsu Monogatari (o Cave Story). Desde nuestra pequeña posición deseamos que NIS siga realizando sus labores, resumidas en la interpretación de su nombre: demostrar que en Japón se siguen haciendo buenos juegos.
Ohhh qué bueno el artículo Nae! Me ha encantado! Mis preferidos Rhapsody y Witch’s Tale! Prinny tampoco está mal y ZPH es que aún no lo he jugado.
NPS tsugoi desu ne!!
NIS puede gustar o no pero no se les puede negar que sus juegos son de los más graciosos que se pueden encontrar hoy en día. Y los Prinny, ¡oh los Prinny!, que gozada de plataformas.
“Tras lanzar nuevas entregas de la saga Disgaea y Makai Kingdom” ¿Te refieres a nuevas entregas de Disgaea y un juego de Makai Kingdom? Es que juraría que Makai Kingdom es un juego, no es saga.
Aparte del desarrollo de la historia en Disgaea (el primero), también fue el cambio de ritmo que trajo el juego. Es decir, hasta entonces los Tactic RPG eran básicamente estilo Fire Emblem o estilo Tactic Ogre-FFT. Nippon rompió esa seriedad del formato añadiendo niveles y mapas muy diferentes, como ese en el que te enfrentas a un monstruo de level 9999 xD
Si, obviamente se refiere a que además de nuevas entregas de disgaea sacaron un juego llamado Makai Kingdom. No conozco ninguna segunda parte.
Este estudio me hizo recuperar la fe con la saga Atelier Iris en PS2, RPG’s clásicos, bastante profundos y extremadamente divertidos. Argumentalmente podrían no ser satisfactorios para todo el mundo pero yo me lo pasé bomba con ellos.
Los SRPG siempre se me han dado mal, pero lo que es innegable es que artísticamente son excelentes.