Segunda parte de un entretenido juego de plataformas donde manejamos a un hombre invisible en su huida de un complejo lleno de trampas. La gracia de este juego, como la de su antecesor, es la de tener que conseguir alcanzar determinados círculos negros que hay en pantalla, porque de otra manera nuestro personaje se vuelve invisible, de manera que no le vemos mientras lo manejamos. Muy entretenido y con un apartado técnico más resultón que trabajado, es una buena opción para los aficionados a los juegos que retan al jugador, sin pasarse.
No sólo mola, sino que además es gratis.
Debate
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