Z.H.P. Unlosing Ranger vs. Darkdeath Evilman

Hay que reconocer que el tema de nombres es algo que algunas empresas no acaban de llevar bien. Recomendarle a alguien ZHP (como es conocido el juego del que os hablamos hoy) empieza por ser difícil desde el momento de usar el título del juego. ZHP (en japonés Zettai Hero Kaizou Keikaku) es un acrónimo que viene a ser algo así como Zettai (lo han dejado del original japonés y quiere decir absoluto) Hero Project. Unlosing Ranger es tu personaje, y Darkdeath Evilman es el malo maloso que da sentido a todo.

¿Y de que va el juego? Nosotros somos un proyecto de héroe que toma el relevo del anterior Unlosing Ranger, y nos tenemos que enfrentar a Darkdeath Evilman. Para ello tenemos que prepararnos duramente, porque nuestro rival es realmente poderoso, y nuestro personaje al inicio es realmente flojo.

¿Dicho lo cual… no hubiera sido muchísimo mejor dejar el nombre sólo en Hero Project? Fantástico que con Zettai quieras dejar claro que se trata de un juego japonés orgulloso de ser japonés (como todo lo que hace Nippon Ichi Software), pero si el público no lo entiende, es más complicado que lo compre. Aunque bueno, casualmente apareció un juego de Glu Mobile para iOs llamado Hero Project poco antes del lanzamiento occidental de este juego (en Japón el título de NIS salió antes).

Una vez resuelto el tema del nombre, vamos a por lo mejor del juego: La historia. Porque os he dicho que el jugador encarna a un proyecto de superhéroe llamado Unlosing Ranger, pero no os he dicho porqué es un piltrafilla incapaz de hacer daño a una mosca al inicio de su carrera.

Y es que el verdadero Unlosing Ranger es un superhéroe que hace honor a su nombre. Fuerte, poderoso, veloz y galán, no se recuerda cuando fue la última vez que un supervillano llevó sus huesos a la lona. Pero el día que el poderoso y malvado Darkdeath Evilman le desafía para evitar la profecía que dice que Super Baby salvará al mundo, al Unlosing Ranger original no le suena el despertador, se levanta con prisas, cruza una calle sin mirar y … le atropellan. Muere, y en su último estertor le dice al chaval más cercano “coge este cinturón, te convertirá en Unlosing Ranger. Debes defender la Tierra con él”. El chaval, que no debe tener demasiada faena (serán vacaciones) acepta el desafío, se enfrenta a Darkdeath… y pierde.

Al perder, es llevado a una dimensión paralela donde le entrenan en las habilidades que debe tener cualquier superhéroe que se precie. Para ello se enfrenta a distintos retos, adquiere modificadores (de hecho, en el nombre original aparece la palabra Modding en japonés), consigue objetos, aprende habilidades, y un larguísimo etcétera de posibilidades que le van haciendo más y más fuerte.

Pero esto, que dicho de manera resumida puede parecer más o menos lo que hace cualquier clon de Diablo, en este caso tiene una gracia especial. Y es que al ir a la dimensión de los superhéroes aterrizamos en nuestra base. Nuestra propia base. Con sus trabajadores, sus jefes de sección, e incluso nuestra mujer y nuestra hija (el protagonista original no tiene ninguna de estas dos cosas). Si bien algunos están sólo para hablar, la mayoría tiene una función, que puede ser salvar la partida, escuchar la música, vendernos ítems… y además nuestra base se va ampliando conforme avanza la partida, de manera que nos pueden arreglar o mejorar nuestras armas, ampliar nuestro inventario, modificar nuestro cuerpo, modificar nuestro aspecto, aparecer en mitad de una misión para poder ayudarnos, y un larguísimo etcétera de posibilidades.

Pero lo más importante es lo que hagamos en las misiones. En cada misión realmente el juego funciona como un roguelike de toda la vida, esto es, el juego funciona por turnos, nosotros cada vez que realizamos una acción (movernos, atacar, usar un ítem, etc…) provocamos que se inicie el turno, y posteriormente el escenario realiza sus movimientos (que a veces los veremos y a veces no). Un sistema muy ágil y que no adolece de las cargas típicas de los juegos por turnos. Durante cada misión nuestro personaje adquiere una serie de ítems y sus estadísticas suben, al acabar la misión (o morir) las estadísticas vuelven al inicio, pero con una ligera mejora, mientras que los ítems si hemos conseguido guardarlos en nuestra casa los conservamos, pero si mueren y los llevamos puestos desaparecen (incluído el dinero). Por suerte con el tiempo esto se vuelve algo más sencillo mediante habilidades que vamos aprendiendo.

Gráficamente el juego tira de un mundo en isométrica tanto durante las misiones como en nuestra base. Cuando tenemos conversaciones solemos ver las clásicas imágenes de estilo japonés, con los diferentes protagonistas diciendo lo que tienen que decir. Y finalmente, cada vez que nos enfrentemos a Darkdeath Evilman aparece un menú típico de juego de combate de juego de rol, y conforme vayamos mejorando el menú también mejora… gráficamente (empieza como si fuera de 8 bits, luego 16 bits…) . El sonido es bastante simpático también, con músicas muy contundentes y todo tipo de sonidos. Eso si, todo en inglés (con alguna cosa que se les habrá quedado del original japonés).

Y con estos ingredientes nos encontramos con un juego divertidísimo, que tiene un guión que como habéis podido comprobar es realmente gracioso, y que además (como hicieran las series de animación de antaño como Dragon Ball o Campeones) tiene cierta carga educativa moral, al insistir que lo más importante es la capacidad de esfuerzo y la voluntad (un modo de pensar muy típico japonés). Por si fuera poco, incluye bastantes homenajes – parodias desde a títulos de la propia NIS, hasta elementos pop de la cultura japonesa (especialmente videojuegos y anime). Un título recomendadísimo, que por desgracia no ha tenido el suficiente reconocimiento en Europa por la plataforma a la que se lanza y el escaso trabajo que suele realizar la prensa especializada en productos que no conoce de antemano.