Es curioso cómo puede influir la habilidad de alguien con las relaciones públicas a la hora de que un juego sea considerado o no para tenerle en cuenta. Y es mas curioso cuando alguien como Dene Carter, el verdadero padre de Fable, no tire de su posición para que su nuevo hijo, este curioso incoboto, aparezca constantemente en prensa. Para que nos entendamos, no he visto que haya ningún análisis en castellano de este juego.
Pero el caso es que desde que montó Fluttermind no podemos decir que sean asiduos a la prensa. Primero con Flaboo, y ahora con incoboto, se han centrado mucho en el desarrollo, y no tanto en reuniones, pases de prensa, entrevistas, … Todo eso que la prensa exige para que un juego aparezca en sus páginas, en lugar de hacer su propio trabajo y encontrar las pequeñas joyas que andan escondidas en las diferentes plataformas.
Porque, antes de nada, reconozcámoslo: incoboto es una joya. Una joyita, si se me permite. Un juego que recuerda a El Principito de Antoine de Saint-Exupéry tanto en proporciones como en sensaciones. En él manejamos a Inco, un astronauta, que va acompañado de Helios, que cree la última de las estrellas. En cada fase tenemos que encontrar un número determinado de piezas de estrella para que Helios vaya alimentándose y de esa manera nos abra puertas hacia otros mundos.
El juego empieza de un modo muy sencillo, como si de una versión de Super Mario Galaxy en 2 dimensiones se tratase, pero poco a poco empieza a complicarse. Primero, nos ofrece la posibilidad de leer una gran cantidad de textos sobre la catástrofe que ha caído sobre la galaxia. Y lo segundo, empiezan a aparecer puzles, cada vez con más elementos.
Porque si, en incoboto nos encontramos con rebotadores, campos de fuerza, contenedores de energía, portales, elementos escondidos, … una gran cantidad de puzles que tendremos que resolver primero con lo que nos encontremos, y después con las habilidades que vayan aprendiendo tanto Inco como Helios. Unas habilidades que hacen que cada vez el juego se torne más entretenido y variado, a pesar de no haber caído en la pesadez en ningún momento, y eso que el juego no es precisamente corto (lleva varios días el que sea completado, siempre que no te sepas las soluciones antes).
A todo ello se une un control que, si bien puede darnos algún problema puntual, está realmente bien pensado para la plataforma iOs. Tocando la pantalla movemos al protagonista, y deslizando el dedo hacia arriba salta, algo que se puede manejar debido a las diferentes gravedades. Además, podemos interactuar con lo que haya en pantalla tocándolo.
El aspecto gráfico, si bien es sencillo y viene mezclado con la ambiental banda sonora, crea una sensación única, a lo que debemos añadir la gran personalidad de Helios, que no parará de hacer gestos mientras sucede la partida.
Como veis, incoboto es una joya que, por ahora, sólo se puede disfrutar en un iPad. Posiblemente sea el juego que, una vez os pongáis, más os obligue a tener que finalizarlo para que tengáis esa sensación de estar en paz con el Universo. Y a la vez, más difícil es que lleguéis a empezarlo (es hasta relativamente caro, aunque se ha situado bien en las listas de venta). De hecho, dudo que mucha gente llegue a leer este análisis, pero quien lo ha jugado entenderá que es una joya que debe darse a conocer. Ahora os toca a vosotros hacer ese viaje.
Tiene pinta de ser un gran juego: gameplay interesante, estilo artístico muy personal, modo single-player no infinito con una narrativa interesante… Este es el tipo de juegos que hacen falta en iOS.
Meto el juego en mi lista de pendientes con alta prioridad, junto con el Waking Mars.
Además he leído en una review que la historia es un poco triste-deprimente, lo cual para mí, le suma puntos. 😉
Mas que triste deprimente, es como nostálgica 😀
Buena reseña, y además me has vendido el juego. Tiene muy pero que muy buena pinta. No sabía absolutamente nada de él. GRACIAS 🙂