Como bien decía Ramón en la entrada que presentaba esta semana del fútbol en la web, yo soy de esos que no gustan del deporte rey en nuestro país. Si lo fue así en mi adolescencia, pero, y como veréis en los juegos que comentaré por mi parte, con una clara y acusada tendencia hacia lo arcade. La simulación para los puristas, y por eso, Soccer Brawl, de la extinta Neo Geo, fue un juego que me hizo quemarme los dedos y apretar los dientes durante partidas y partidas.
Estamos en un futuro mas o menos distante (dejo los 20XX para Capcom y sus Megaman) y el fútbol se ha convertido en un deporte de alto riesgo, aún más que en el presente (Italia estaría orgullosa). Los jugadores han pasado a ser engendros cyborg, con aumentos que les permiten realizar chutes imposibles, dignos de un Oliver Atom pasado de vueltas. Además, las reglas han cambiado de manera que el balón no se irá fuera del campo si sale por los laterales del mismo, sino que rebotará, siendo posible marcar gol chutando fuera de la manera adecuada. Además, la música rock que lo ambienta ayuda al ritmo rápido de los partidos, de apenas 2 minutos de duración.
Gráficamente esta al nivel típico de las producciones de SNK de los noventa, y su única pega aparente es un control duro, en consonancia con los casi robots que estamos controlando. «Aquí se ha venido pelear«, esa frase podría venir a nuestras cabezas, esto ya no es un juego de señoritas en pantalones cortos que se hacen la manicura: se escoge un equipo de los 8 disponibles y se sale a repartir estopa. Esto es Soccer Brawl.
Un juego de fútbol diferente que merece un vistazo.