Quien no me conozca tal vez no sepa que soy seguero desde el 91, concretamente cuando un Columns de Game Gear me cogió por las gónadas, desde entonces me dio la sensación de que enlazaban el lanzamiento de una maravilla con otra. Pero como casi todos los segueros, por no decir todos, tras la caída de la videoconsola Dreamcast viví en desgracia buscándome el jornal de juego como soldado de fortuna en otras plataformas.
Pero que hayamos caído en desgracia no significa que no tengamos nuestro orgullo, y si bien las conversiones de clásicos de Sega para Saturn fueron lo más bonito que nos hemos podido permitir los que no tenemos sitio en casa para meter una recreativa de After Burner 2 lo cierto es que los usuarios le hemos visto los colmillos al lobo desde hace tiempo por culpa de los sacacuartos a base de packs, las conversiones y el aprovechamiento general de sus títulos míticos de todo tipo, forma y color.
La Sega clásica vuelve a la carga, sobre una Nintendo 3DS
Por ello cuando vi que SEGA anunciaba, así, con la boca pequeña, que relanzaba algunos de sus clásicos en remasterizados y en 3D para la portátil de Nintendo, como ya han hecho Konami y la propia Nintendo, no les presté demasiada atención. Y eso a pesar de la relevancia que empezaba a coger el nombre de Yosuke Okunari entre la prensa, ya que es el responsable y productor de estas conversiones. Nada me hacía pensar que estos juegos nos iban a interesar más que el recoloreado de Kid Icarus o las cabriolas de Pop’n Twin Bee.
Aparecieron en Japón y, mientras los fans se alegraban, algunos de los seres de mente fría como un servidor pensamos «aish, los fans, que sencillos de contentar son», al menos hasta que han llegado aquí y todos hemos podido probar Galaxy Force 2 y, por decirlo de un modo que se ajuste a la realidad, nos ha volado la tapa de los sesos de una manera demasiado violenta para ser real.
Aunque ya os he adelantado el final de la historia, así que vamos a volver atrás, y pensar en la realidad de las 3D de la Nintendo 3DS. Una característica, teóricamente, tan importante como para aparecer en el nombre de la consola, pero que al final, entre unas cosas y otras, ha acabado siendo una curiosidad de una manera tan obvia, que Nintendo se ha acabado envainando el orgullo y sacando una versión de la consola sin esa posibilidad (y con otro nombre, Nintendo 2DS). Un recurso realmente desaprovechado fuera de juegos como Super Mario 3D Land, y no se si alguno más.
Pero he aquí que los desarrolladores de M2, empresa japonesa experta en emulación y aprovechamiento de propiedades intelectuales clásicas, que en un alarde de orgullo y pundonor se han puesto al cargo de rehacer clásicos de SEGA y de conseguir que esas versiones sean, en la mayoría de sus casos, mejores que los juegos originales.
Algo que tiene cierto encanto si hablamos de títulos de Mega Drive como Sonic: The Hedgehog, Streets of Rage, Ecco the Dolphin, Altered Beast y Shinobi III, y de recreativa como Super Hang On, Space Harrier y Galaxy Force 2. Estos últimos son las joyas de la corona de la colección, aunque los otros no desmerecen, ni mucho menos, el resultado comparados con las versiones de recreativa.
Y es que Sonic, por ejemplo, no sólo viene con una sensación de 3D bien logradas sino que nos permite jugar a la versión japonesa u occidental y usar el movimiento spin dash propio del segundo título de la saga si activamos la opción correspondiente. Ecco the Dolphin dispone de un nuevo modo extra llamado «superdelfín» que lo acerca a las dificultades a las que los jugadores de hoy en día están acostumbrados. Streets of Rage es, posiblemente, el más impresionante de las conversiones de Mega Drive, pues no sólo viene con un modo nuevo donde acabamos con cualquier enemigo de un golpe, sino que al ser, realmente, un juego donde la profundidad importa, la sensación ahora es difícilmente reproducible en otro sistema que no sea la 3DS. Shinobi III es uno de los mejores juegos de Mega Drive y aunque la conversión no es demasiado especial si que aporta un extra con el aprovechamiento de los botones extra, de manera que ahora es posible ser mejor jugador más fácilmente. Y finalmente, Altered Beast es, posiblemente, el peor del lote, pero los fans de la saga seguramente lo sabrán apreciar.
A la hora de hablar de los juegos provenientes de recreativa, Space Harrier es el más antiguo (1985), y posiblemente el más simple. Con todo, tiene mucho carisma, y la versión es, sin duda alguna, la más completa que se ha hecho nunca, si no tenemos un mueble original en casa. El juego no da demasiado de sí, pero visitar la Zona Fantástica en 3D, oír esa magnífica banda sonora, y disfrutar de lo que pasaba por la cabeza de Yū Suzuki a mediados de los 80 es una buena idea.
Super Hang On ofrece una sensación de velocidad tremenda, conserva su jugabilidad a prueba de bombas, y mantiene varias mejoras del motor estrenado con su precuela (Hang On aparecido tres meses antes que Space Harrier). En la actualidad parece algo obsoleto, y sin duda palidecerá cuando se compare con un futuro y posible Out Run en 3D pero es un buen juego.
No hay nada como un remake en tres dimensiones de un juego que las simula
Y tras repasar casi todo el listado llego a la joya de la corona, a la verdadera motivación de este texto, llego a Galaxy Force II. Para los que no os acordéis de los originales necesitáis saber que eran verdaderas joyas en recreativa y que al ser convertidos a consolas (nos llegaron las versiones de Master System y Mega Drive) se perdió «algo» en el traslado. Con esta versión para 3DS pasa lo opuesto. A lo largo de seis fases vamos pasando planeta tras planeta, viendo efectos tan impresionantes como lava que acude hacia nosotros, atravesamos cuevas, nos pasa por encima un destructor imperial (el plagio a Star Wars es demasiado evidente), y todo ello, realmente, realizado en 2D, pero con un realce en 3D que deja a nuestro cerebro absolutamente engañado. Y es un añadido que realmente sí le sienta bien al videojuego.
No importa si sois segueros, si habéis nacido en los 90 o en los 2000. Si queréis disfrutar con un juego de 3DS, dadle una oportunidad a Galaxy Force 2 3D Classics. Yo no puedo sino esperar a que llegue a nuestras tierras el segundo pack de clásicos. Acaba de aparecer en Japón el primero de los títulos que lo componen (After Burner 2), y sólo de pensar en Out Run, Power Drift u otros que puedan aprovechar mejor el 3D (como Gale Racer), me hace salivar cual perro en una prueba de Pávlov.
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