Tirant lo Blanc: Obra cumbre del valenciano Joanot Martorell y uno de los máximos exponentes de la novela de caballerías en lengua catalana. Publicada en el siglo XV, en ella se cuentan las vivencias del caballero Tirant con un estilo crudo y realista, en contraposición a las fantasiosas historias caballerescas de la época.

Primeros premios Tirant Avant de videojuegos: Fruto de varios años de esfuerzo por parte de algunos desarrolladores valencianos y “sarao” llevado a cabo en la Escuela Superior de Arte y Tecnología de Valencia donde estuve el sábado en condición de jurado.

Sí, otro sábado, otro evento. No soy fan de las fiestas ni tengo el carnet del club del canapé, pero cuando pasa algo interesante, es en tu ciudad y además te piden que eches una mano no está de más presentarse. Esta vez tocaba una entrega de premios, primeriza y poco colorida, pero con un sabor especial. Desconozco que tan conocidos son los Premios Tirant fuera de las fronteras valencianas pero por estas tierras son una referencia dentro del mundo audiovisual, con lo que la simple aparición de los videojuegos dentro de las disciplinas a concurso es una buena señal de que algo se mueve por aquí. Aunque sea poco.

Y es que una vez más volvimos a ver las mismas caras de siempre: Nerlaska, presentando tan solo el Billy Blade por problemas de incompatibilidad con el jurado, Exelweiss, con un Minigolf en 3D de lo más resultón, Devilish, los vencedores a la postre aportando una selección de juegos Flash, y como novatos la gente de Ninja Fever con su Dual Zone para XNA. Para los que no suelan seguir a las pequeñas desarrolladoras nacionales puede parecer un buen número de participantes, pero los que estén un poco más acostumbrados notarán ausencias. Es decir, teniendo en cuenta que los únicos requisitos eran ser una desarrolladora valenciana y que ningún miembro del jurado hubiese tomado parte en los proyectos presentados, ¿dónde estaban Taykron, Lemon Team, Shanblue, Akaoni o KitMaker? por citar algunos. Se me ocurren dos ideas: o la organización ha sido precipitada o a las empresas les sigue faltando la picardía necesaria a la hora de aprovechar cualquier oportunidad para hacerse un poco de publicidad. O ambas.

De entrada nos encontramos con que el concurso y sus bases se publicitaron con tan solo una semana de antelación sobre la fecha de presentación de las obras. Muy poco tiempo, más aun teniendo en cuenta que hablamos de un concurso que se convoca por primera vez. Si a esto le unimos la nula publicidad de la convocatoria ya nos podemos dar con un canto en los dientes si ha habido participación. De todas formas me consta que la organización hizo algún esfuerzo para avisar a posibles participantes de la existencia del certamen. Siendo así y teniendo en cuenta la escasa dificultad que ofrece meter un CD en un paquete y enviarlo, es el momento de plantearse la segunda cuestión ¿había incentivo suficiente? Yo creo que sí.

Aun siendo la primera edición para los videojuegos, los premios Tirant llevan diez años en el panorama audiovisual y son una buena manera de darse a conocer. Además, de consolidarse, serían una estupenda plataforma para las empresas locales. Entonces ¿por qué no estar ahí? Referencias en webs y periódicos, tal vez alguna radio o televisión, dejarse ver… Estamos en un país al que le encantan los videojuegos pero que no tiene ni idea de que se hacen aquí ¿por qué no capitalizar este hecho? Cuando uno va a estos eventos siempre se queda con la sensación de que se puede hacer algo más y de falta de sentido de la promoción y la imagen como parte fundamental del negocio, que al fin y al cabo es para lo que se crean las empresas de videojuegos.

De todas formas la existencia de unos premios como estos no es más que otro pequeño reconocimiento del despertar de la industria nacional del videojuego y su evolución hacia ser una opción seria en el panorama internacional. Aun hay muchas carencias que resolver y problemas por superar, pero sinceramente creo que en unos años nadie dudará de que aquí se hacen videojuegos.