Durante su gobierno, el Partido Socialista Obrero Español incluyó los videojuegos como parte de la industria cultural del país. Y más tarde, paradójicamente, estuvo a punto de incluirlos en el Plan Nacional sobre Drogas.
Hoy en día, siguiendo el camino del primer ejemplo citado, ha presentado una propuesta no de ley para apoyar la creación de videojuegos en España.
La propuesta incluye las siguientes iniciativas:
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Crear polos de atracción a nivel nacional o centros de recursos para emprendedores, reconocibles a nivel internacional, como medida específica para la localización de start-ups tecnológicas relacionadas con Internet, por su alto potencial de crecimiento futuro en facturación y empleo, donde se potencie y facilite su puesta en funcionamiento (un HUB digital).
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Favorecer, a través de un mejor entorno regulatorio y de incentivos financieros y fiscales aplicables tanto a personas físicas como jurídicas, la constitución de fondos de inversión de capital-riesgo, de capital semilla mixtos en el sector público y privado y créditos participativos, que permitan la financiación de iniciativas innovadoras, entre otros, proyectos de videojuegos.
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Establecer incentivos para facilitar el crowdfunding mediante la creación de un espacio público virtual en Internet en el que promocionar a los peticionarios de fondos, con garantías suficientes para evitar fraudes y estafas que pudieran cometerse.
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Crear certámenes o concursos dedicados al sector por parte de las autoridades culturales con entrega de premios que fomenten y promocionen a los programadores y empresas que comienzan y aquellas cuyos logros sean merecedores de ser galardonados.
En definitiva una buena noticia para el desarrollo del videojuego en España, que viene de la mano de datos de ADESE que cifran el movimiento económico en la compraventa de videojuegos, consolas y periféricos de 820 millones de euros. El texto entero se puede encontrar en el Boletín Oficial de las Cortes Generales.