Es habitual encontrarse a desarrolladores de iOS vertiendo malas críticas sobre la tienda oficial de Android, sobre sus escasas reestricciones y sobre lo fácil que es subir clones que quebranten la ley, pero tal vez esto pueda cambiar gracias a los cambios que Google ha realizado sobre la normativa para la publicación. Estas nuevas reglas, de carácter retroactivo, deberán ser cumplidas por toda aplicación presente en Google Play a finales de agosto de este año si no quieren que verse fuera de la tienda.
Las nuevas condiciones exigen evitar nombres, iconos e imágenes similares a otras aplicaciones famosas y que puedan inducir a engaño a los usuarios. Esta nueva política también se extiende a las descripciones que deberán ceñirse a la descripción del título, sin incorporar todo tipo de palabras clave no relacionadas para lograr mejorar su clasificación en el sistema automático.
Por otro lado, las aplicaciones ya no podrán utilizar las notificaciones para enviar mensajes publicitarios, ni modificar los marcadores del navegador, o crear accesos directos engañosos hacia publicidad. Los desarrolladores ya no podrán publicar aplicaciones que sencillamente muestren una web que no sea de su propiedad, la función Webview permitía mostrar webs peligrosas dentro de aplicaciones. Se incluye como spam automáticamente rechazado a todas las aplicaciones que envíen automáticamente SMS o emails sin confirmación del usuario.
Tampoco será posible incentivar a los usuarios a que ofrezcan votos positivos mediante sobornos en el propio juego, ni mediante mejoras, ni en moneda de pago dentro del propio juego. Todos los pagos con moneda real ahora deberán realizarse a través de Google Play y Google Wallet a menos que se traten de aplicaciones de compra de bienes materiales.
Además, ahora los desarrolladores serán los responsables de los males que puedan provocar los anuncios incluidos en las aplicaciones, si un anuncio viola cualquier regla serán los responsables y su aplicación quedará también bloqueada.