En una entrevista a David Hewitt de SCE Studios Santa Monica para IGN se recoge como el equipo de God of War: Ascension puso cuidado a la hora de escoger que líneas no se cruzarían en el uso de la violencia durante el juego.
Hevitt fue interrogado sobre la polémica ante la supuesta excesiva violencia de su nuevo juego y salió al paso argumentado que se trata de una historia de venganza, «el protagonista es engañado para que asesine a su mujer y a su familia. Literalmente se ve cubierto por sus cenizas a cada momento. Su motivación es la violencia, una sangrienta venganza«. Pretenden demostrar que en realidad Kratos no es un ser sádico y cruel, entienden que el personaje se ve obligado a utilizar la violencia extrema para lograr su venganza lo antes posible y que esto se encuadra perfectamente en el universo que han creado.
Algunos de los límites que se impusieron, por ejemplo, recayeron sobre los sanguinolentos ataques de Kratos, cuidados de modo que «no haya muchas florurituras». Según Hewitt «no existe ningún tipo de disfrute en ese momento. No hay nada en esto que él esté disfrutando«.
Otro de los límites más controvertidos es el de la violencia contra las mujeres. El equipo ha querido huir de toda polémica posible sobre el maltrato a las mujeres excluyéndolas del combate en el título. Una decisión poco valiente, no sabemos si justificada argumentalmente o no, que posiblemente no suponga un problema para la mecánica, pero que evidentemente parece acertada dada la repercusión del comentario en las redes de noticias anglosajonas. Leyendo en inglés sobre este tema es fácil encontrarse con titulares jugosos que hagan alusión exclusivamente a una inexistente violencia de género.