Hablaba el otro día con un buen amigo sobre esa película imprescindible y demoledora que es La tumba de las luciérnagas, al respecto de la cual decía él que la había comprado en Bluray, pero que no pretendía verla, pues no tenía ganas de volver a sentir ese sufrimiento tan hondo que provoca el filme. Yo contesté que la había vuelto a ver hace poco y que pretendía rejugar To the Moon a lo que inquirió: «¿Por qué volver a pasarlo mal? ¿Por qué hacerse eso?«. Mi respuesta, inconsciente, fue: «porque lo necesito«. Y en el momento de escribir estas lineas no hace diez minutos que he terminado el título de Freebird Games de nuevo. Con las mismas consecuencias que la primera vez. …Seguir leyendo +