La primera vez que oí hablar de este juego fue casi de broma. Ávido, como siempre, de ver proyectos nuevos, me enteré de alguna manera extraña de este anuncio de los húngaros Neocore Games, que se merecían un poco de atención tras haber realizado magníficos proyectos como los protagonizados por el rey Arturo y distribuidos por Paradox.
Pero las primeras impresiones al ver alguna imagen o tráiler eran similares a las de un juego de esos que aquí llamamos «placeres culpables«. De los que te pones a jugar y te lo pasas bien, a medias porque puede ser divertido, a medias porque puede ser ridículo.
Y en la pasada Gamescom, esta impresión no cambió demasiado. Al menos de comienzo. Lo jugué un ratejo, y sin parecer nada del otro mundo ofrecía situaciones ridículas y divertidas a la par. Mucha buena intención por parte de su PR, poca gente probándolo, y nada más que contar. …Seguir leyendo +