Tenía motivos para esperar con ansia The Wolf Among Us. Pese a sus numerosos defectos, The Walking Dead, del mismo estudio, presentaba una historia más honesta y madura que la gran mayoría de videojuegos. Y ya que consideraba que The Wolf Among Us se perfilaba como secuela espiritual de ese juego, pensé que con el debido tiempo y esfuerzo se podía cohesionar mecánica e historia y mejorar el trabajo. Vamos, que podían dar mayor solidez al conjunto de sus partes, y dirigir esta adaptación de los cómics de Bill Willingham hacia la excelencia. Lamentablemente, para disertar acerca de sus virtudes y taras me veré obligado a –en beneficio del interés científico y cultural– destripar detalles fundamentales de trama, es decir, el texto se encuentra plagado de spoilers.
Desde el primer momento Telltale puso las cartas sobre la mesa con fuerza: unos personajes con potencial, un misterio sin explicación y la promesa implícita de cualquier whodunit de que lo realmente interesante no es quién lo hizo, sino por qué.
Pero lo que me ha aportado el juego no ha sido una escalada de emociones, sino más bien decepción tras decepción. Desgraciadamente, The Wolf Among Us no sólo no mejora la sensación presente en su predecesor de que la mecánica y historia no terminan de encajar. En este caso parecen tener la misma relación que dos famosillos que acuden al plató de Sálvame. Juego e historia se insultan, se tiran todo el mobiliario a la cabeza y, finalmente, piden órdenes de alejamiento. …Seguir leyendo +