“¡Por fin te encuentro!”
En un intento de “personalización” y acercamiento al jugador que ya hemos visto en la serie principal de videojuegos de Pokémon, donde se nos pregunta por nuestro nombre y sexo (e incluso podemos escoger nuestras características físicas básicas si se trata de las últimas entregas), se nos hacen algunas preguntas sencillas sobre cómo reaccionaríamos en determinadas situaciones para intentar averiguar qué rasgos nos caracterizan más como un pokémon u otro. Se nos propone entonces uno, de una lista de iniciales sobradamente conocidos –Torchic, Piplup, Pikachu-, para representarnos y protagonizar nuestra aventura; aunque podremos escoger el que más nos guste de esa lista si no nos convence la sugerencia del juego. Seguidamente se nos propondrá también una compañera que conoceremos durante la aventura, aunque al igual que con nuestro personaje, también podremos escoger el que se nos antoje de una lista. Una vez con nuestros dos pokémon elegidos, comenzará nuestra historia.
Se nos introduce un pequeño prólogo en el que ocurren cosas extrañas. El pokémon Deoxys está llegando al planeta en el que está la región de Mundo Misterioso y ve una imagen que lo desconcierta: Rayquaza, el pokémon legendario, huye en dirección al espacio. Nada bueno está por venir.
Apareceremos en un bosque, desorientados y con una profunda amnesia que solo nos deja recordar nuestro nombre. Pero aún hay algo que empeora más la situación: al acercarnos a un lago cercano para lavarnos la cara y despejar la mente, vemos algo muy diferente del rostro humano que deberíamos tener. La imagen que nos devuelve el reflejo en el agua es la de un pokémon. No tendremos mucho tiempo para seguir en esta situación, pues un trío de Beheeyem, sin venir a cuento, comenzará a perseguirnos sin descanso por el bosque. Aquí es donde nos encontraremos con nuestro guía Nuzleaf, que nos ayudará a despistarlos y además, al saber de nuestra historia, nos acogerá en su casa en Villa Serena. De paso, se nos introducirán las primeras mazmorras del juego a modo de tutorial para aprender los conceptos básicos que nos permitirán avanzar por todas las que nos encontremos a lo largo de la aventura. Villa Serena será durante unos capítulos en adelante nuestro pequeño refugio en el que podremos guardar y comprar objetos, iremos al colegio –en el que se nos enseñará en profundidad todo lo relacionado con las mazmorras- y conoceremos a la que será nuestra compañera de aventuras y travesuras hasta unirnos al Grupo de Investigadores Aprendiz, del que el pokémon Ampharos nos hará miembros a ambos después de devolverle el Orbe Unión. Nuestra misión ahora será solucionar el problema que amenaza a Mundo Misterioso.
Mazmorras, el grueso de nuestra aventura.
A lo largo de todo el juego le dedicaremos mucho tiempo a las mazmorras, y no sólo por el hecho de no poder guardar la partida una vez entremos en ellas si no es con la ayuda de un objeto específico.
Las mazmorras delimitan zonas concretas del territorio y se dividen en niveles por los que avanzaremos según encontremos las escaleras que se esconden en cada uno o bien realizando la tarea que nos había llevado a entrar en el mismo. El mapa del nivel en el que nos encontremos aparecerá en la pantalla táctil de nuestra consola, pero hasta que no avancemos por él no podremos ver su silueta al completo ni los símbolos que nos indicarán si hay Pokémon u objetos a nuestro alrededor.
La forma de avanzar de nuestro personaje, compañeros y enemigos nos recordará inevitablemente a una partida de ajedrez: un sistema de turnos en el que podremos escoger entre movernos una posición, atacar o utilizar un objeto. Esto hará que tengamos que plantear una estrategia a la hora de enfrentarnos a un enemigo o coger objetos sujetos a desaparecer en un tiempo determinado, como los iristales, que potenciarán algunas características del personaje y sus movimientos al ponerlas en el brazal que llevemos equipado. Lejos de facilitarnos las cosas, deberemos estar muy pendientes de la cantidad de objetos que llevamos en nuestra mochila –lo que nos hará establecer una lista de prioridades- y de nuestros ataques, vida y hambre. Los primeros, tienen unos PP (Puntos de Poder) limitados y además serán más o menos útiles dependiendo del tipo del pokémon rival. Lo segundo, nos obligará a llevar una cantidad prudente de objetos que restauren nuestra salud; y, lo tercero, nos restará también espacio en la mochila para llevar útiles con los que contrarrestar el hambre, que irá disminuyendo con cada paso que demos al comenzar una mazmorra.
Afortunadamente, no estaremos solos en nuestros paseos por las diferentes mazmorras, ya que podremos contar con la ayuda de diferentes pokémon que formarán parte de nuestro equipo y que también subirán de nivel y mejorarán sus ataques según vayan ganando experiencia. También podremos equiparlos con brazales e iristales incrustados y con algunos objetos, con lo que podrán servirnos de apoyo y aumentar las posibilidades de éxito en cada misión.
Pero ojo, cuidado: si fracasas intentando alguna misión, perderás todos los objetos y el dinero que hayas conseguido en esa mazmorra. Si lo vuelves a intentar otra vez, será como una mazmorra nueva, cada vez que entras todos los mapas, enemigos y recompensas cambian respecto a la vez anterior.
Pocas cosas nuevas.
Si algo le podemos conceder a Pokémon Mundo megamisterioso es el haber retomado algunos aspectos de otros Mundo Misterioso y cuya ausencia se notó en la entrega anterior. Entre ellos está el Test de Personalidad con el que inicia el juego y que ya vimos en Portales al Infinito, que nos ayudará a escoger un personaje u otro, y pokémon de entregas anteriores, que aparecerán como misiones o en otros territorios.
A esto hay que sumarle la aparición del Orbe Unión, que nos permitirá ver los pokémon que hayamos conocido en otros lugares así como con aquellos con los que tengamos alguna conexión, y los brazales y ataques combinados. Éstos, de los que ya hemos hablado, potenciarán algunas características según les engarcemos los iristales que podremos conseguir a lo largo de nuestra estancia en una mazmorra; aunque lamentablemente los perderemos cada vez que salgamos de ella. Los ataques combinados no se harán de esperar y nos ayudarán a hacer ataques poderosos sincronizados con nuestros compañeros de equipo; aunque a costa de vaciarnos la barriga.
Pokémon Mundo megamisterioso invita a la rejugabilidad, por lo que no es raro que queramos avanzar rápidamente por las mazmorras, obviando enemigos y objetos, para acabar en poco tiempo cada uno de sus capítulos y volver después, explorar cada nivel –a pesar de que la disposición del terreno haya cambiado- y recopilar una buena cantidad de utensilios. Su historia, sobre todo la primera mitad, cae en algunas ocasiones en el error de ser “la excusa” para aprender a jugar las mazmorras y avanzar hasta la segunda parte del juego; por lo que no debe extrañarnos si se nos hace prescindible. Nuestro personaje tampoco gozará de carisma, ni tan siquiera de diálogos; pero ese es un vacío que llenará de sobra nuestra compañera de aventura. Paciencia con ella.