Han pasado ya casi veinte años desde que Pokemon Rojo y Azul -Rojo y Verde en Japón- salieran al mercado y el fenómeno no parece sino haber crecido notablemente hasta nuestros días.
Más de 700 pokemon repartidos en seis generaciones son la evidencia del alcance que pueden llegar a tener los videojuegos, extendiendo el fanatismo con una serie de anime y manga, merchandising de todo tipo o juegos de cartas. Actualmente, Pokemon puede presumir de no ser un juego solo para niños, pues ha conseguido mantener la fidelidad de aquellos que comenzaron a jugar la saga desde el principio y que han crecido con ella; pudiendo descubrir que el juego puede ir más allá del “Hazte con todos” y llegar a la competición internacional.
Pokemon Zafiro Alfa y Rubí Omega son el tercero de los remakes de ediciones anteriores de Pokemon. La primera reedición la encontramos en Rojo y Azul con Pokemon Rojo Fuego y Verde Hoja –el hecho de que fuera Verde y no Azul se debe a que en Japón se pusieron a la venta las ediciones Rojo y Verde, como ya hemos comentado antes–, seguido de Pokemon Plata y Oro, con Plata SoulSilver y Oro HeartGold y finalmente llegamos a Rubí y Zafiro, de Game Boy Advance. Aunque las dos primeras reediciones incluyeron una buena cantidad de novedades –sobre todo a nivel gráfico–, es en ésta última en la que mayores cambios hemos podido disfrutar.
¿Qué nos trae Rubí Omega y Alfa Zafiro?
ROZA (Rubí Omega Zafiro Alfa) comparte con las ediciones anteriores Pokemon X e Y la nueva estética introducida en éstas: gráficos en 3D –por fin le podíamos dar uso al botón deslizante de nuestra 3DS– con unos personajes más desarrollados y detallados físicamente, dinamismo en los escenarios, etc, el mundo de Pokemon más cerca de lo que todos habíamos soñado alguna vez; aunque siempre conservando el estilo del manga/anime japonés. También hemos podido revivir las animaciones en combate de los Pokemon, sobre todo las de las megaevoluciones, una de las mayores y más aclamadas novedades en estos últimos años. En este remake de Rubí y Zafiro se incluye el Superentrenamiento y Pokerecreo, también de Pokemon X e Y, con lo que podremos entrenar a nuestro equipo según nuestras necesidades y jugar con ellos para estrechar nuestros lazos amistosos.
Respecto a los Rubí y Zafiro originales, esta reedición nos transporta de nuevo a 2003 conservando la esencia de la historia original en la que nos mudamos a un pueblecito de la región de Hoenn, dónde empezará nuestra aventura como entrenadores Pokemon hasta llegar a la Liga y convertirnos en campeones. No está exento de las apariciones de los “antagonistas”: el Equipo Magma y el Equipo Aqua (dependiendo de la edición que juguemos, nos molestarán unos u otros), así como de otros muchos eventos y giros en el argumento nuevos. Además, si tuvimos la oportunidad de jugar a la demo –obtenida mediante código casi un mes antes de la salida oficial del juego–, podremos comenzar nuestra aventura con unos cuantos objetos útiles extra y un Glalie con su piedra para megaevolucionar.
Pero no todo son cosas ya vistas. Pokemon Rubí Omega y Zafiro Alfa ha llegado con algunas novedades que no nos han dejado indiferentes. Dos de las principales novedades de esta edición son el Radar y el Episodio Delta. En Pokemon Rubí Omega y Zafiro Alfa podemos ver directamente a los Pokemon en la hierba alta o el mar sin necesidad de que nos asalten por sorpresa como normalmente hacían.
Gracias al Radar, podemos adivinar el Pokemon que agita su cola entre la hierba o chapotea en el agua, así como sus características y si tiene alguna habilidad o ataque inusual. En cada zona aparecerán sombreados los Pokemon que allí aparecen, lo que nos facilitará la faena a la hora de hacernos con todos. El Episodio Delta, por su parte, aparecerá al pasarnos por primera vez la Liga Pokemon y, aunque de forma breve, nos regalará probablemente la mejor parte de todo el juego, incluso mejor que la propia historia. Descubriremos a un nuevo y carismático personaje llamado Tristana, gracias al que podremos llegar finalmente a lo alto del Pilar Celeste para hacernos con Rayquaza, viajar al espacio y capturar a Deoxys.
Pokemon ROZA trae consigo algunos de los puntos fuertes de la edición de 2003 con cambios impresionantes: los concursos Pokemon y las Bases Secretas. Respecto a los concursos, lo tendremos mucho más fácil a la hora de crear “pokecubos” para desarrollar las características que queramos destacar según la temática de los concursos (Belleza, Carisma, Ingenio, Dureza y Dulzura). Sin embargo, la estrella indiscutible será Pikachu, puesto que dependiendo de la indumentaria con la que lo vistamos tendrá un éxito arrollador en una categoría u otra; además de un ataque exclusivo relacionado con la misma. Por su parte, las Bases Secretas han evolucionado a algo más allá de lo que básicamente era un agujero en un árbol o roca que poder decorar a nuestro gusto. Las posibilidades han crecido, pudiendo llegar a tener como Base una verdadera obra de arte. Podremos visitar las Bases de todas aquellas personas con las que nos crucemos a través de Streepass o introduciendo su código QR y guardarlas como favoritos –nos aparecerá en el mapa para poder localizarlas con mayor facilidad–. Y no solo podremos decorarlas, sino que podremos crear desde un auténtico gimnasio, en el que nuestros amigos serán los entrenadores con los que luchar, hasta zonas de entrenamiento y desarrollo Pokemon.
Para aquellos que reservaban en el equipo un lugar exclusivamente para un Pokemon con la habilidad Vuelo, las cosas han cambiado, pues acabaremos por utilizar a Latios/Latias, a los que llamaremos con la Flauta Eón, para sobrevolar todo el mapa. Las evoluciones Pokemon alcanzan un nuevo nivel gracias a la “Evolución primigenia” –de momento, solo posible con los legendarios Groudon y Kyogre– la cual no necesita de una piedra para tener lugar, solo sacar al Pokemon en cuestión al combate y que no solo aumentará notablemente sus estadísticas, sino también cambiará la habilidad del Pokemon en algunos casos. Por otro lado, el safari volverá a ser el que todos recordamos y no como en Pokemon X e Y –en el que dependíamos del número de usuarios agregados como amigos para aumentar nuestra variedad de captura–. Finalmente, entrando en la parte más competitiva del juego, tendremos la oportunidad de ir al Resort Batalla, donde encontraremos la Mansión Batalla, los tutores de movimientos –a los que tanto echamos de menos en Pokemon X e Y–, entrenadores de alto nivel con los que entrenar a nuestro equipo y el juez que nos dirá el potencial de nuestros Pokemon. Aquí podremos conseguir los escasos Puntos Batalla, con los que pagar a los tutores por movimientos que solo ellos pueden enseñar a nuestros Pokemon y con los que comprar objetos exclusivos en este lugar.
Imposible que no guste
Probablemente nos encontremos –y sin miedo a afirmarlo rotundamente– ante el mejor remake de Pokemon y ante uno de sus mejores juegos. Para aquellos que buscaban encontrar lo mismo que en las ediciones a las que adapta, el juego no decepciona: conserva hasta los mismos diálogos con todos los habitantes de la región de Hoenn y la misma trama, casi con una inmaculada exactitud. Para los que buscaban en este remake algunas novedades, incluso algunas más después de todas con las que nos sorprendió Pokemon X e Y, cuentan con la Evolución Primigenia, el Radar para Pokemon Salvajes y el lavado de cara a nivel visual gracias a las posibilidades del 3D. Y, además, de “regalo”, horas y horas de postjuego: el Episodio Delta, la ampliación de la Pokedex tras pasarnos la Liga con el resto de Pokemon a partir de la Tercera Generación y el descubrimiento de nuevas zonas en el mapa gracias al “Ultravuelo” con Latios/Latias y con el que podremos capturar al mayor número de Pokemon legendarios en un juego de Pokemon hasta la fecha.