Es curioso cómo avanza el mundo de los videojuegos. Un servidor no se puede congratular de haberlo conocido desde que Tennis for Two diera el pistoletazo de salida a la carrera, ni siquiera he sido poseedor de un Spectrum, una Atari o un Amstrad CPC, pero sí que llevo algunos años como jugador. Concretamente desde 1989, cuando mis padres tuvieron a bien regalarme una maravillosa Master System II. En aquella época, de melodías chirriantes y gráficos con una paleta de colores limitada, el género rey eran las plataformas de scroll lateral, un género, que salvo honrosas excepciones y fuera del mercado móvil ha perdido su trono a ojos de las nuevas generaciones de jugadores.
Con el tiempo, además, se han ido añadiendo mecánicas curiosas al desarrollo de los nuevos productos, véase dibujar nuestro personaje en el curioso Drawn to Life, o escribir el nombre de objetos útiles para lograr avanzar en el magnífico Scribblenauts. Cogiendo elementos de un lado y de otro Red Hare Studios creó Page Chronica, un juego de plataformas para PSN con toques educativos y una dificultad mucho más ajustada de lo habitual.
La historia es simple y directa, como antaño. Tomamos el control de Topez, una joven bibliotecaria cuyo maestro le ha encargado limpiar y ordenar todos los libros. Evidentemente nuestra heroína por accidente no hará caso estricto a las órdenes recibidas, y, dejándose llevar por su curiosidad, tratará de leer un misterioso ejemplar sellado por cadenas. Como su extraña protección daba a entender, ahí dentro no había nada bueno, y liberará al señor de las pesadillas, que en lugar de quedarse quieto y estirar las piernas prefiere desatar el caos en el mundo de los sueños.
Curiosa premisa
Una vez tomamos el control de Topez comenzamos a notar los primeros defectos del juego. La interfaz es de plataformas clásico, pero en primer plano, ante nuestro personaje y escenario, podremos ver una serie de letras semitransparentes flotando en la pantalla. Estas letras son la razón de ser del juego. De primeras, el movimiento de Topez es lento, y su salto muy limitado, y para solventarlo deberemos entrar en la dimensión de las letras y formar palabras. Con palabras básicas podremos conseguir aumentar la velocidad y el doble salto, así como lanzar conjuros básicos de ataque, pero si queremos acceder a los futuros hechizos que vayamos desbloqueando deberemos ir mostrando palabras de mayor longitud.
Como premisa es interesante, dar un toque educativo en cuanto al conocimiento de palabras para poder avanzar en el juego, pero comienza a flaquear cuando vemos que el diseño de la interfaz hace que sea muy dificultoso ver a nuestro personaje, enemigos e incluso elementos del escenario. No será extraño sufrir una caída al vacío o recibir múltiples daños debido a que las letras flotan con su trémulo vaivén obstruyendo nuestra visión. Ésto no pasaría de anécdota si no fuera porque es un plataformas exigente, de reflejos, y no tarda mucho en requerir de la completa atención del jugador, que en condiciones normales podría superar la prueba de forma incluso cómoda, pero con el handicap de la escasa visibilidad acabará muy frustrado.
Errores imperdonables
Es posible que algún lector que lea estas líneas piense «¡Eh! ¡Echo de menos los plataformas clásicos y con Rayman Origins, Rayman Legends y Sonic Generations no tuve suficiente!» y se disponga a perdonar la poca visibilidad que dificulta y frustra de forma extrema el avance de este juego.Vosotros, por favor, desempolvad vuestras viejas consolas de 8 y 16 bits y rejugad a ese juego que os encandiló, porque Page Chronica contiene otros errores que no perdonaréis.
Algo básico para la jugabilidad de un plataformas es detectar perfectamente las colisiones para evitar, por ejemplo, que nuestro personaje quede «flotando» cerca de una plataforma, suspendido en el vacío, o recibir daño cuando te has preocupado de saltar en ese momento exacto para evitar un obstáculo o proyectil. Sin embargo, Page Chronica presenta todos estos fallos, y no de forma puntual, los presenta de una manera tan continuada que acabaremos aceptándolos como una dificultad más a superar, injusta y molesta, algo que en más de una ocasión hará que deseemos estampar el mando de la PS3 contra la pantalla del televisor.
Añadamos a todo lo anterior un apartado técnico bastante desafortunado, superado, en mi opinión, incluso por Tombi de PSX si añadiésemos unos filtros, también cuenta con unas melodías repetitivas y machaconas y un control muy limitado de Topez. Así que, claramente Page Chronica no es un juego que se pueda disfrutar por muy permisivos que seamos. Una lástima, porque la premisa inicial era interesante.
Si sigues vivo tras acabártelo creo que mereces mimitos y abracitos xD.