Si tenemos que hablar de una saga emblema para Sony en el salto de las consolas al mundo HD, debemos señalar a Naughty Dog y su penúltima creación: Uncharted. Con una excelente trilogía en la consola de sobremesa han creado la franquicia estrella de PS3, como anteriormente hicieron con Crash Bandicoot en PSX y Jak & Daxter en PS2, así que Sony decidió que una nueva entrega debía acompañar a su última portátil en su lanzamiento.
El reto no era sencillo, hablamos de uno de los títulos que representa un techo técnico de la presente generación, y de uno de los personajes más carismáticos creados recientemente, heredero de las novelas pulp y películas de aventuras, donde arqueólogos y exploradores encontraban ruinas recónditas en lugares inesperados esquivando trampas, sorteando enemigos y quedándose al final con la chica. Seguro que a muchos de vosotros os han venido mil ejemplos a la cabeza, y, en la trilogía de sobremesa, Naughty Dog supo homenajearlos con bastante buen tino pero ahora el testigo está en manos de Bend Studio.
Al principio, Nate no buscaba a Drake
Antes de conocer el paradero de la tumba de Sir Francis Drake, antes de iniciar la búsqueda de «El Dorado» junto a Elena Fisher y Sully, antes de la primera aventura desarrollada por Naughty Dog, Nate era un arqueólogo mercenario. Se dejó convencer por otro explorador, Dante, para investigar unas ruinas descubiertas en Panamá. Lo que Drake no supo es que estas ruinas estaban situadas en el territorio de Guerro, un general golpista que también muestra cierto interés en ellas, puesto que se dice que contienen pistas para alcanzar un lugar repleto de poder y de oro.
Por el camino conocerá a Chase, «la chica» de la historia, y juntos emprenderán una carrera para alcanzar el objetivo en primer lugar en la que sufrirán traiciones, persecuciones, lograrán saltos imposibles y donde, por supuesto, no faltarán todo tipo de frases socarronas o incluso el romance. Si bien el guión es mucho más simple que los que nos ofreció Naughty Dog, Uncharted: El Abismo Dorado nos representa una aventura ligera, agradable de completar, donde los viejos conocidos continúan teniendo un carisma arrebatador y los nuevos personajes no desentonan pese a ser estereotipos
Espectáculo en pantalla OLED a ritmo desigual
Cuando Sony hablaba de la potencia de Vita muchos consideramos que exageraba. Nada más lejos de la realidad, el nuevo Uncharted es un espectáculo técnico que ninguno de nosotros podía siquiera imaginar hace un par de años. No se puede poner ni un pero a la labor de Bend Studio para adaptar el potentísimo y fluido motor gráfico de Naughty Dog a PS Vita. No faltan las cabriolas visuales, las explosiones, las cámaras lentas y demás momentos espectaculares típicos de la franquicia (aunque son mostrados con mas mesura), como tampoco se ha escatimado en crear una banda sonora propia y con identidad o un doblaje con la misma calidad que mostraran las anteriores entregas de la saga.
Pero todo lo que se consigue con un guión sencillo, aunque conseguido y bien hilado, y con un apartado técnico superior a todo los visto anteriormente en consola portátil alguna, queda empañado por una serie de malas decisiones de diseño, ya sean por parte de los propios integrantes de Bend Studio, o por imposiciones de la matriz de Sony. Ser un juego de lanzamiento de una consola, al parecer, obliga a que se utilicen todas y cada una de las características de la misma. Por ello, en muchas ocasiones, los adrenalínicos tiroteos y exploraciones se verán interrumpidos constantemente por puzles clónicos sin ton ni son, localizados sin sentido y carentes de dificultad, con objetivos difusos más allá de mostrar las bondades táctiles de la consola de Sony.
De la misma forma, han habido ciertas decisiones referentes al control que en lugar de mostrar un nuevo modo de usar la consola dificultan la jugabilidad del título, haciendo que lo que debería ser un lucimiento de posibilidades acabe siendo un engorro. El 75% del título es jugable perfectamente con los sticks y los botones, pero el problema es que el 25% restante está introducido torpemente y en los momentos más inadecuados, cortando la experiencia por completo y restando la posible inmersión del jugador en la aventura.
¿Juego o demostración técnica?
La sensación que queda tras finalizar el juego es que obtenemos un buen producto de un desarrollo que apuntaba a hito. Las controvertidas decisiones en cuanto al control del personaje, y las desafortunadas implementaciones de acertijos que aprovechan las bondades de la última consola de Sony empañan un conjunto que cuando tiene que dar el do de pecho como juego de acción, lo da con creces.
Además, desde Bend Studio se quiso crear un híbrido entre gran juego y demo técnica, y en el proceso, por desgracia, se olvidó que en un juego de acción absolutamente guionizado cuidar el ritmo es básico, y los momentos en que hay que publicitar las posibilidades de la consola lo cortan salvajemente.