FX Interactive vuelve a traernos un título que se enmarca en el género por antonomasia de esta distribuidora, la aventura gráfica. El escogido por la popular es La Ciudad Perdida de Zerzura, un desarrollo de la compañía alemana Cranberry Production que ya era conocida por las secuelas de The Black Mirror y The Guild.
Nuestra aventura comienza con una pequeña introducción a base de dibujos en papiros y un narrador contándonos la trama. Aunque en un primer momento este recurso puede parecer solvente, lo cierto es que la introducción resulta bastante larga y este vídeo queda demasiado estático, probablemente habría sido preferible que los hechos se mostraran con el propio motor del juego.
La trama nos traslada a Barcelona en 1494, cuando una joven está dando a luz a su segundo hijo. La muchacha en cuestión se encuentra bajo el acecho del Tribunal de la Inquisición acusada de brujería y es consciente que no tardarán en encontrarla. Por eso, y antes de la llegada del Gran Inquisidor, decide dejar a sus dos hijos a cargo de su gran amigo Thabit, el cual termina haciéndose cargo de su educación. Veinte años más tarde, los hermanos Ferrán y Hakem Morales son dos inquietos jóvenes que están trabajando en la construcción de una máquina voladora con el sustento económico del Conde, que se ha apostado con el Conde de Florencia que es capaz de conseguir una máquina de estas características antes que Leonardo Da Vinci.
Pasado el preludio comenzamos manejando a Ferrán, la parte creativa de los dos hermanos, mientras un Hakem más interesado en el estudio de la Historia Antigua se ocupa de realizar las pruebas de vuelo. Un intento fallido de vuelo delante del Conde les deja ante la amenaza de este de ser llevados ante la Inquisición si no le dan resultados positivos en breve. De esta manera, nuestros primeros pasos libres son por la ciudad de Barcelona en busca de nuevos materiales y herramientas para un nuevo prototipo. Antes de completar la búsqueda Hakem será secuestrado por la Inquisición y Ferrán se embarcará en una aventura en busca de su hermano que le llevará a lugares tan dispares como Andalucía, Tripoli o la propia Zerzura.
El sistema de juego se basa en un clásiso point & click simplificado, en el que al pasar el cursor sobre los distintos objetos nos mostrará automáticamente la única acción posible. Este sistema se ha convertido a lo largo de los años en casi un estándar pero lamentablemente, aunque acerca las aventuras gráficas a un mayor abanico de público, mal usado hace que el nivel de dificultad baje drásticamente y puede que no termine de complacer a los jugadores más veteranos. Al menos, rompe ocasionalmente con la monotonía gracias a la aparición de algunos minijuegos a lo largo de la aventura, como el diseño de la mencionada máquina voladora en el taller de Barcelona o uno dedicado a la navegación del barco en el que más tarde podemos viajar, ideas que posiblemente también molestarán a los más puristas. Por otro lado aún disponemos de un inventario que nos permite guardar los objetos que vayamos encontrando y combinarlos con otros.
En esta aventura en concreto se pone especial énfasis en la combinación de objetos dentro del propio inventario. Uno de los puntos fuertes de La Ciudad Perdida de Zerzura es que cuenta con cuarenta personajes con los que tratar, por lo que los diálogos son una parte esencial de la aventura. Nuestras charlas con otros personajes no se basan en líneas de diálogo que puedan repetir sin más, en lugar de eso, cuando encaremos a otro personaje nos aparecerán en pantalla diversos iconos que representarán los temas a tratar en la conversación.
Como podréis imaginar observando las capturas de pantalla, el juego es de corte realista y haciendo gala de un mínimo de coherencia reta al usuario con puzles bastante lógicos. Esta característica, sumada al hecho de que en cada escena tan solo tenemos acceso a tres o cuatro localizaciones, provoca que la resolución de los acertijos no sea especialmente complicada. Además, los personajes tienen la molesta tendencia de contarnos casi exactamente como debemos alcanzar el siguiente paso. Por suerte, su facilidad se contrarresta parcialmente por una gran duración. De hecho, Zerzura es una aventura bastante más larga que la media de los últimos productos lanzados por FX interactive.
Como he mencionado, el trabajo gráfico sigue la línea del realismo. En la de obra de Cranberry nos encontramos con unos escenarios muy bien definidos que ayudan a la ambientación de la historia aunque, por desgracia, no se puede decir lo mismo de la animación de sus personajes, que no terminan de moverse de forma fluida. Otro detalle molesto del movimiento de los actores es la velocidad de su paseo. Cuando pulsemos sobre algún lugar nuestro personaje irá hacia allí andando o corriendo dependiendo de la distancia a la que se encuentre el destino, es una solución que a priori puede parecer práctica pero que a menudo resulta molesta. Por otro lado, en muchas ocasiones nuestro protagonista tarda demasiado en realizar algunas acciones debido a sus lentos movimientos. Un buen ejemplo de la lentitud lo encontramos en una de las primeras escenas en el taller, concretamente cuando nos sentamos en la silla, una acción para la que emplea varios segundos y que debemos realizar repetidamente, convirtiéndose en una secuencia terriblemente tediosa.
El resto de apartados artísticos rondan lo correcto, pero sin excesos. El doblaje al castellano es aceptable pero se limita a las interacciones entre personajes y cuando realizamos acciones comunes simplemente se muestra un bocadillo con el mensaje pertinente. Se podría ver como un recurso para dotar de más realismo a la producción, alegando que aquello que no oímos son en realidad pensamientos del personaje, pero más bien parece responder a una reducción de costes. La banda sonora es lo suficientemente satisfactoria como para al menos ayudar a ambientar la aventura.
En definitiva, La Ciudad Perdida de Zerzura es una aventura correcta que viene con todas las desafortunadas y típicas contras de sus títulos contemporáneos, sobretodo adoleciendo de una baja dificultad. Sin embargo, puede ser una adquisición acertada gracias a su relación duración-precio, aparece a la venta a un precio muy ajustado y nos proporciona más horas de juego que otros títulos similares que podamos encontrar actualmente en el mercado.