Echaos unas partidas a Omega Boost y luego me decís si apestan o no las 3D de la época.
Alguien mencionaba arriba a Tomba!, uno de los tapadillos de PSX y magnífico juego de plataformas. La segunda parte sigue siendo un ejemplo de cómo integrar 3D en perspectivas bidimensionales y os invito a que lo probéis también.
El problema no es tanto si la tecnología nos parece obsoleta, sino cómo sufre la jugabilidad por culpa de ciertas decisiones conceptuales. Mucho de aquello se ha revalorizado hoy día, pero hay que poner los ejemplos adecuados (además de lo citado, ahí tenemos un clásico como Crash Bandicoot Racing que no envejecerá en la vida).
Revisando catálogo, es cierto que me quedo sobre todo con una gran mayoría de títulos 2D o 2´5D. Ejemplos hay a tutiplén, pero es obligado citar algunos que no se han mencionado como Sol Divide, R-Type Delta, los Gundam Battle Assault o Heart of Darkness.
Dentro de los puramente 3D y dejando de lado todos esos clásicos que ya nos sabemos de memoria, hay joyas que sin ser especialmente revolucionarias pervivirán para siempre. Pienso en Incredible Crisis, Judge Dredd, Crypt Killer, Chaos Control (por si no ha quedado claro que los juegos sobre raíles ME CHIFLAN), los Clock Tower, Vampire Hunter D, Hokuto no Ken…
¿Que se les ven las costuras? Pero eso ya parte de la predisposición de cada cual. Alguno dirá que el PONG es una puta mierda con sus dos palitos sobre fondo negro. A ese habría que matarlo, claro.
