Los amantes de los matamarcianos -aunque cada día seamos menos- seguimos echando de menos que aparezcan nuevos juegos de nuestro amado género para las últimas plataformas. Curiosamente, siempre aparecen a la salida de la máquina pero luego la cosa acaba quedándose en muy pocos títulos, y muy poco destacables, para cada videoconsola.

Dentro de los subgéneros de los matamarcianos hay uno, el que llamamos cute ‘em up, que lleva sin dar señas de vida desde hace varias generaciones. Aunque en honor a la verdad hay que reconocer que si aparecen algunos juegos de este subgénero –Flying Hamster o Aqua Kitty: Milk Mine Defender, son pruebas de ello- pero se les hace tanto caso como si no existiesen. Por si alguien se ha perdido, diremos que los cute ‘em up son un subgénero de los clásicos matamarcianos donde los enemigos, el protagonista y los escenarios son tan rebonicos que más que liarse a pegar tiros tenemos ganas de rebozarnos allí. Los ejemplos más remarcables provienen principalmente de las sagas Fantasy Zone y Parodius/TwinBee.

Viendo ese hueco, los mataronenses de Dolores Entertainment se liaron la manta a la cabeza y lanzaron, hace tiempo, este juego en dispositivos móviles. Lo cierto es que a pesar de que haya mucho chino jugándolo, el control es algo difícil. Posteriormente apareció para PC -por ahora a través de Desura- pero la joya de la corona iba a ser la versión de Wii U, y aquí está, entre nosotros, en la eShop. Un juego basado en una historia de Stephen Hausdorff (el grafista) donde los malvados vegetales, hartos de que los niños prefieran los dulces, se encomiendan a Hitler Broccoli para que devuelva al mundo el orden que ellos esperan sea el correcto. Las posibilidades para elegir personaje son entre un niño encima de un cucurucho de 3 bolas -el protagonista de la historia-, un Yeti sobre un helado Frigo Pie, a una especie de Superman que también tiene forma de helado, la magical girl sándwich volando en un polo -un Twister- y un samurai en otro polo sencillo y plano.

Cada uno de ellos es bastante distinto a los demás a todos los niveles, desde su velocidad en la pantalla, sus ataques, los ataques especiales o las opciones que aparecen conforme vayamos cogiendo diferentes objetos. De hecho, una de las gracias del juego es ver qué podemos hacer con cada uno de estos personajes, pues nos encontraremos movimientos o ataques bastante sorprendentes y graciosos. Son especialmente recomendables las habilidades especiales o «magias» propias de cada uno.

El sistema de power ups, que recuerda un poco al de Parodius, está dividido entre mejoras al ataque, mejoras al personaje -algunas de manera temporal y otras hasta que muera-, puntos, y letras que te dan una vida si rellenas la palabra ICE CREAM. Además cada cierto tiempo, al completar fases, nos desbloquearán imágenes.

En cuanto a fases, enemigos y demás, lo cierto es que son visualmente muy interesantes, pero el diseño de niveles es un tanto plano. No hay momentos donde tengamos que tener en cuenta el escenario para maniobrar por la pantalla, sino que todo consiste en una avalancha de enemigos que disparan al personaje principal y se lanzan contra él de manera kamikaze. Al principio moriremos bastante, sobre todo porque no veremos por donde nos caen los disparos debido al exceso cromático en pantalla, pero una vez nuestro personaje empiece a mejorar el avance será como una marcha imperial con la problemática de que en nuestro camino arrollador se pueda colar alguna bala que no hayamos visto, y si eso ocurre nos tocará volver a empezar «de cero» con nuestro disparo básico.

Debo reconocer que me lo he pasado bastante bien con Ice Cream Surfer, viendo los loquísimos personajes y los divertidos escenarios, pero al mismo tiempo me ha parecido que le falta cierto mimo a nivel de diseño de niveles, de recoger el feedback de los jugadores llevándolo a eventos, viendo que es lo que le gusta a los usuarios y que no.

Personalmente me gustaría ver más juegos de Dolores Entertainment en la consola de Nintendo, pero a la vez espero que en futuras ocasiones le den más caña al proceso de afinado para dejar el juego lo mejor posible. Y en este caso sorprende porque esta versión, la definitiva, viene precedida de versiones de móvil y ordenador.