Bioshock Infinite no es un FPS, y creo indispensable arrancar la crítica del juego con tal afirmación para intentar entender convenientemente el más reciente trabajo de Irrational Games, aunque quizá, no lo dudo, dicha (des)catalogación se preste a debate. Pero si entendemos que en un FPS lo predominante es la faceta shooter, concretada en su cualidad de first person, aquí lo prioritario no es, ni muchísimo menos, disparar, ni en absoluto esa descarga de pólvora y metralla podría ser el motivo central de una aventura cuyo máximo despliegue se realiza, aquí sí, en tanto se trata de una first person experience, y que de hecho precisa que esa persona a los mandos de la misma asuma un papel activo, más allá de limitarse a cumplir los preceptos mecánicos que dicta la acción, cuando la haya. (más…)