Bulletstorm no era solamente un juego. Desde el primer momento, era mucho más: una promesa, una esperanza, un atisbo de luz para los juegos de acción en primera persona en una era de mediocridad, de vulgaridad, de reiteración de los mismos modelos y estrategias una y otra y otra vez. Desde el primer tráiler, los chicos de People can Fly nos quisieron mostrar su enfoque transgresor y sus intenciones revolucionarias. Le dieron a su juego el calificativo de “FPS divertido“, mirando por encima del hombro a los refritos de juegos de acción bélicos y apostando por una nueva fórmula basada en la acción, la violencia, el desparpajo y un estilo completamente punk que se alejaba del realismo convencional.