Ice Cream Surfer: Cute ‘em up a la española

Por Author Ramón Nafria Nagore el 18 de noviembre de 2014.

Los amantes de los matamarcianos -aunque cada día seamos menos- seguimos echando de menos que aparezcan nuevos juegos de nuestro amado género para las últimas plataformas. Curiosamente, siempre aparecen a la salida de la máquina pero luego la cosa acaba quedándose en muy pocos títulos, y muy poco destacables, para cada videoconsola.

Dentro de los subgéneros de los matamarcianos hay uno, el que llamamos cute ‘em up, que lleva sin dar señas de vida desde hace varias generaciones. Aunque en honor a la verdad hay que reconocer que si aparecen algunos juegos de este subgénero –Flying Hamster o Aqua Kitty: Milk Mine Defender, son pruebas de ello- pero se les hace tanto caso como si no existiesen. Por si alguien se ha perdido, diremos que los cute ‘em up son un subgénero de los clásicos matamarcianos donde los enemigos, el protagonista y los escenarios son tan rebonicos que más que liarse a pegar tiros tenemos ganas de rebozarnos allí. Los ejemplos más remarcables provienen principalmente de las sagas Fantasy Zone y Parodius/TwinBee. (más…)

Sega, quo vadis?

Por Author Ramón Nafria Nagore el 4 de noviembre de 2014.

Si tu primera consola fue la Playstation, o mejor, la Playstation 2, seguramente el tema que voy a tratar te dará igual. Es más, las posibilidades que realmente te importe son muy bajas, aunque tengas ya una edad. Cualquier persona sensata a la que le guste los videojuegos ya debería tener unos gustos asentados, y ser lo suficientemente madura como para poder ignorar los vaivenes empresariales de turno, y así cabalgar la ola oportuna en cada momento.

Por desgracia, algunos no somos así de maduros. O no nos da la gana serlo. Y los segueros de verdad, esa gente que gozó desde mitad de los 80 a principios de los 2000 de una pléyade de juegos magníficos, con un estilo, una forma, una estética y unos mundos más o menos coherentes, no somos tan fáciles de contentar con lo que, hoy en día, nos da la industria del videojuego. Algo que no quita que, desde un punto de vista objetivo, podamos pensar que ahora el videojuego está mejor que nunca. Es como si, de repente, a los que han sido del Madrid, del Barça, del Valencia o del Atleti, por poner un ejemplo, tras quince años de religioso seguimiento, le dicen que no, que ya no pueden apoyar a su equipo, que o se ponen a apoyar al de al lado, o que se dejen de seguir el fútbol. Así que digamos que “es complicado”. (más…)

Hyperdimension Neptunia Re:Birth 1

Por Author Ramón Nafria Nagore el 14 de octubre de 2014.

Mi primer acercamiento a los JRPG fue en 1994 cuando acudí a una tienda de videojuegos en Valencia y vi un título llamado Phantasy Star que pude adquirir a cambio de otro juego –creo recordar que fue Forgotten Worlds– y 1000 pesetas, para los jóvenes unos seis euros. Conocía este juego gracias al mítico catálogo de juegos de Master System, y en él sólo aparecía el nombre y la heroína en pantalla. No había leído absolutamente nada en las revistas de entonces, pues era un juego anterior al lanzamiento de la Hobby Consolas, pero me prometía viajes en el espacio y, sobre todo, aventuras. Así que, como chaval de 14 años que era, no había nada que me apeteciese más que meterme una aventura espacial entre pecho y espalda. Y más con una chica como protagonista.

Al poco de poner el juego en marcha, y tras una escena de vídeo donde muere tu hermano y juras venganza, comienzas a pasear por la ciudad, y sales fuera de ella. Al avanzar unos pasos te ataca una mosca. La derrotas. Si sigues avanzando –como hice yo la primera vez que jugué–, es muy posible que te vuelva a asaltar unos pasos más tarde otro insecto, y como tengas la mala suerte de que sea un escorpión lo mas normal es que te mate y tengas que volver a empezar. Así que la estrategia es acabar con un enemigo, volver a donde te curan, y guardar. Así hasta que subes algo de nivel, ganas unas mesetas, te equipas, y ya puedes jugar normal. Y el juego ya discurre con una normalidad poco común para aquellos tiempos desde ese momento, especialmente cuando empiezas a incorporar miembros en el equipo y van progresando cada poco tiempo. (más…)

Crazy Taxi: City Rush, el Free to Play llega a la ciudad

Por Author Ramón Nafria Nagore el 2 de septiembre de 2014.

Anda el mundo del videojuego en una de sus múltiples crisis de identidad. Los jugadores de toda la vida tenemos unas costumbres y unos usos completamente distintos a la nueva hornada de jugadores, aquellos que han nacido con un teléfono móvil bajo el brazo y a los que se agrupa bajo el distintivo de “nativos digitales”. Para unos las figuras sagradas se llaman Mario, Sonic, Alex Kidd, Opa Opa o Guybrush Threepwood. Para otros son los protagonistas de Plants vs Zombies, Angry Birds, Candy Crush o Clash of Clans. Unos se han llegado a dejar alrededor de 100 euros por jugar a un solo juego, mientras que otros seguramente no se dejen nada, pero si lo hacen pueden superar esa cantidad por mucho –y con un gran cabreo por parte de sus padres, si se da el caso–. En fin, creo que veis por donde voy, más o menos.

Y en medio de todo ese fregado están las empresas. Compañías como SEGA –la Unión Soviética de la guerra fría de las consolas y la única que era capaz de plantar cara al imperio Nintendo– que a día de hoy sale adelante ya sea gracias a juegos propios como la maravillosa saga Ryo Ga Gotoku, a base de máquinas tragaperras de cartas coleccionables como Mushiking o Sangokushi Taisen, juegos de baile como los protagonizados por Hatsune Miku, y a trabajos de estudios externos como la saga Total War y Football Manager, o incluso juegos para móviles cómo Chain Chronicles. Eso sin contar que recientemente se han hecho con Atlus –los cuales gracias a la saga Persona son realmente rentables–. (más…)

No comparto el Destino

Por Author Ramón Nafria Nagore el 29 de julio de 2014.

Estoy consternado. En serio. Tras ver la riada de comentarios que se hacían al respecto de la beta del último juego de Bungie, Destiny, decidí desempolvar la Playstation 4 —que llevaba en el armario tras una mudanza desde que me pasé Transistor—, pedirle un código a un colega y pasar por el ritual de “actualización-instalación-actualización”.

La verdad es que en general ha sido una buena idea. Ahora mi Playstation 4 está bien instalada en mi comedor, he configurado correctamente todo —Wifi y conexión con Playstation Vita—, puedo jugar a la consola desde el baño o la cama, y además he disfrutado de la beta. Todo ventajas. Pero tras unas cinco horas, más o menos, de juego —una buena parte en el baño—, habiendo llegado a nivel cinco y pese a haberlo disfrutado bastante, mi postura ante este juego se resume en un rotundo NO. Y os aseguro que me lo he pasado bien, he disfrutado pegando tiros, subiendo de nivel a mi hechicero, encontrado nuevas armas, descubriendo nuevos enemigos. Incluso he participado en la misión que puso Bungie a las once de la noche del sábado, que nos llevaba a la Luna, y donde enemigos de bastante más nivel que el mío me dieron cera hasta que encontré la manera de lidiar con ellos.

(más…)

Kirby Triple Deluxe, cuánto te he echado de menos bola rosa

Por Author Ramón Nafria Nagore el 22 de julio de 2014.

Hablar de Kirby para mi es hablar del más seguero de los héroes de Nintendo. Yo, que nunca he sido demasiado de la NES, le tengo a esta bola rosa un cierto respeto reverencial porque su juego era —junto con alguna otra excepción como Panic Restaurant— de los pocos que podías meter en la comparación con cualquier juego de Master System cuando hablamos de colorido y buen gusto gráfico. Y esto tiene cierto mérito porque Kirby no nació como Mario, Donkey Kong, Link o Samus Aran en la NES o los arcade, sino en la portátil blanco y negro de Nintendo.

De hecho, en esa entrega portátil Kirby era bastante más limitado, pues sólo podía convertir a los enemigos en estrella y lanzarlos. Todo esto ya vino en mi también reverenciado Kirby’s Adventure, y ya se mantuvo en Kirby’s Dreamland. La obra de Hal —no de Nintendo misma— nos da una pista de esa “seguerización” que arrastra Nintendo desde que uno de los padres de la criatura —Satoru Iwata— se hiciese su presidente. (más…)

Hyperdimension Neptunia: Producing Perfection, homenajes inconclusos

Por Author Ramón Nafria Nagore el 17 de julio de 2014.

A muchos de los que nos gusta el mundo de los videojuegos y lo seguimos desde hace tiempo, en especial a los que no somos nipones, una de las cosas que siempre nos ha sorprendido son esos juegos raros que pueden llegar a hacerse en el país del sol naciente. Acostumbrados en los 90 a que aquí apenas saliese algo que no fuese estrictamente comercial es fácil sorprendernos con los extraños títulos que llegan a aparecer hoy en día.

Buena parte de la culpa la tienen empresas como Nippon Ichi de la que ya hemos hablado en más de una ocasión en VideoShock. Pero, aun con Nippon Ichi de por medio, que Hyperdimension Neptunia saliese en España fue una alegría —por lo inesperado— pese a que el juego en realidad fuese bastante flojo. Fue otra grata sorpresa comprobar cómo seguían apareciendo títulos, y una aún mayor que cada vez fueran mejores. Y la traca final ha resultado el encontrarnos con un spin-off en forma de videojuego para Playstation Vita donde las consolas se convierten en idols japonesas musicales —un concepto que explicaremos a posteriori—, y estas deben disputarse entre ellas el tener el mayor porcentaje de aficionados posibles. (más…)

Tomodachi Life, mejor que la vida real

Por Author Ramón Nafria Nagore el 8 de julio de 2014.

Analizar Tomodachi Life es un verdadero reto. Bueno, sinceramente sería un verdadero reto si aquí, en esta santa casa, tuviéramos que ponerle notas a los videojuegos, como pasa en unas cuantas. Y el reto viene, no porque el juego tenga unos gráficos o sonidos difícilmente puntuables, sino porque es, como videojuego, algo extraño. Para que nos entendamos, viene a ser un Los Sims «a la Nintendo», o un Animal Crossing donde los protagonistas son humanos si lo preferís. No en vano la palabra «tomodachi» significa amigo en japonés, y en este juego la gracia es esa, meter a tus amigos, y disfrutar de una vida paralela.

En Tomodachi Life empiezas por hacer tu personaje, algo que puede incluir hacerte fotos a ti mismo y luego retocarlo un poco para dejarlo “al gusto Mii”, y posteriormente te puedes poner a añadir otros personajes. Personalmente, servidor hizo a su personaje y un par más, pero luego puedes añadir a otros personajes de varias maneras (compartiendolo con alguien cercano o usando un QR, entre otras opciones). Una vez ya tenemos unos pocos personajes, podemos empezar a disfrutar del juego. (más…)

Conception II: Children of the Seven Stars, a medio camino de ninguna parte

Por Author Ramón Nafria Nagore el 5 de junio de 2014.

Este año, que no hay ningún titulo de la saga Persona esperado en nuestro territorio, es un año sorprendente porque tenemos un montón de juegos que podría denominar como «Persona wannabe». Y es más extraño aún de lo que pueda parecer porque el último Persona, versiones mejoradas y spin offs aparte, salió al mercado europeo hace ya más de 5 años. Este Conception II es, sin duda alguna, un intento bastante claro de aprovechar un éxito imitándolo.

Y eso que la premisa, sin duda interesante, es bastante distinta a la vista en la saga de Atlus. En el juego encarnamos a una especie de macho alfa (o elegido, lo que prefiráis) que tiene la capacidad para concebir (de ahi el nombre) unos «hijos de las estrellas» con los que poder combatir al mal gracias a un rito sagrado llamado «classmating» que realizaremos con las féminas del juego, en un entorno ligeramente futurista donde somos la barrera de defensa de la sociedad respecto a unos malvados seres demoníacos que la amenazan sin cesar, y que se encuentran en determinados laberintos, a los que acudiremos cuando sea necesario.

(más…)

Scram Kitty and his Buddy on Rails

Por Author Ramón Nafria Nagore el 22 de mayo de 2014.

En fútbol hay un concepto, “ataque de entrenador”, que se refiere al momento en el que el entrenador toma una decisión muy loca, que todo el mundo ve errónea, pero que él considera que puede funcionar (y a veces, de hecho, funciona). En videojuegos debería haber un concepto similar, “ataque de diseñador”, que sería el momento en el que un diseñador toma una idea sin sentido y la eleva al punto clave de un videojuego.

Scram Kitty and His Buddy on Rails (vaya título) es, exactamente, un juego que viene de un ataque de diseñador. Me puedo imaginar el cónclave de Dakko Dakko. En un momento determinado, alguien dice: “Unos desarrolladores independientes como nosotros tenemos que hacer un juego con un punto original. Qué tal si hacemos un matamarcianos sobre raíles, porque se mueve sobre raíles”. Ji, ji, ja, ja y lo hacen.

Os puedo decir que yo esperaba que apareciese Scram Kitty and his Buddy on Rails en el no demasiado numeroso catálogo de Wii U. No porque el catálogo sea más o menos escaso, sino porque el juego, que se había mostrado en varios Nintendo Direct, tenía buena pinta. Me gustan los matamarcianos, me gustan los plataformas, los gráficos parecen agradables y esto parecía una mezcla de todo ello. Además, sus autores, Dakko Dakko, habían realizado un par de juegos bastante tontorrones de Playstation Minis de los que, cuando jugaba, disfrutaba un rato más o menos largo hasta que recordaba que tenía cosas más importantes que hacer que perder el tiempo con ellos.

Lo cierto es que este juego a un humilde servidor no le ha parecido nada del otro mundo. Tras un inicio donde tienes que acostumbrarte a sus peculiaridades, avanzas pantalla tras pantalla con sufrimiento por culpa de ellas. Vamos, que no te acostumbras.

Scram Kitty and his Buddy on Rails es, como os he dicho en la introducción, un matamarcianos donde el personaje se mueve sobre un raíl, y puede saltar. Es decir, una mezcla entre plataformas y matamarcianos. Podemos disparar y saltar, pero siempre pegados a un raíl. Con todo, no penséis que esto limita el plataformeo, sino que crea más bien nuevas posibilidades. Por ejemplo, podemos saltar (tenemos el salto normal y un interesante doble salto envuelto en llamas que también sirve como ataque cuerpo a cuerpo) a otra plataforma (que también tiene su raíl), pero en esta plataforma sólo podemos ir en una dirección durante un tramo, porque ese tramo te empuja en la dirección contraria.

Esto, que sobre el papel está muy bien (es original, abre opciones, funciona), no está del todo bien implementado. Por ejemplo, a veces al entrar en un tramo de raíl si se mantiene la dirección hacia donde nos movemos… no nos movemos. De repente, nos quedamos quietos, a pesar de que llevamos impulso, y sin motivo aparente hay que cambiar de dirección para seguir avanzando. Algo parecido a lo que sucede en momentos similares en juegos como Resident Evil o La Abadía del Crimen, donde al cambiar la cámara tenemos que cambiar la dirección, pero aquí sin que cambie la cámara.

Esto, que no impide que finalices el juego, sí que impide cierto disfrute. Acaba con el flow que tiene que tener todo buen matamarcianos. Corta el rollo.

Y una vez estas jugando ves que esta idea de matamarcianos pegado al raíl tampoco es demasiado buena. En un matamarcianos tienes libertad de posición y, a veces, de dirigir el disparo y la dirección de movimiento. Aquí no. Desde una posición puedes ir a la derecha, a la izquierda, saltar y nada más. Así se puede esquivar las balas y derrotar a los enemigos, pero da la sensación de que a las batallas entre enemigos les falta variedad, por mucho que el “commandante” de cada zona tenga una inteligencia artificial interesante, unos patrones variados y ofrezca, ciertamente, un reto. Un reto para el que dispondremos de distintas armas, que iremos consiguiendo conforme avance el juego.

Pero no todo son malas noticias. El aspecto gráfico es realmente bueno, con un colorido y un diseño que, como todo lo demás, parece un homenaje, de alguna manera, al Bangai-O de Treasure. Jugando con pantalla y televisión descubriréis que tiene sentido hacerlo en ambas, pues en la primera hay más campo de visión de lo que ocurre en el juego y aparecen pistas y bromas, mientras que la segunda  siempre está fija en nuestro protagonista, de manera que habrá momentos donde lo más interesante será cambiar la vista de una a otra.

En definitiva, Scram Kitty and his Buddy on Rails es un juego que se queda corto para sus aspiraciones. Ha sido muy loado por la prensa inglesa (de donde son sus desarrolladores), y de una manera muy rauda, como queriendo marcar el camino a los demás medios anglohablantes. Algo, de hecho, que no parecen haber conseguido viendo el poco caso que se le ha dedicado en los medios estadounidenses. No es que sea un mal juego, y de hecho tiene puntos brillantes e interesantes, pero se ve lastrado en la consecución de los objetivos a los que se enfrentaba por un par de decisiones de diseño bastante complicadas. Se puede jugar, incluso se puede disfrutar, pero cuesta.