El primer videojuego del que oí hablar en el colegio, pese a haber jugado previamente al Spectrum, a recreativas y a las Game & Watch, fue el Super Mario Bros. de Nintendo. Es más, recuerdo cierta explicación de unos compañeros: «Y entonces entras en un castillo, le pegas un golpe a un bloque y con lo que sale puedes disparar bolas de fuego». Yo me imaginaba a un caballero o a un mago en un castillo, real, en tres dimensiones, y usando algo parecido a poderes,pero me encontré con lo que podéis ver en el siguiente enlace. En fin, fue una de mis primeras decepciones en el mundo del videojuego.
Poco tiempo después, conocí la consola Game Boy. Y descubrí que había también un Super Mario. Encontré su portada y tenía una pinta increíble. Me imaginaba llevando a ese rechoncho bigotudo en mundos de fantasía, ¡entre esfinges, pirámides, cabezas de Pascua y fantasmas! manejando aviones y submarinos. Pero me encontré con esto:
No es que fuese un mal propio de los juegos de Nintendo pero, en fin, entenderéis que me abalanzase a los brazos de Alex Kidd in Miracle World y Wonderboy III: The Dragon’s Trap. Aunque posteriormente pude jugar a los dos títulos de Nintendo que he mencionado y, en realidad, le tengo mucho cariño a Super Mario Land, así como a sus secuelas y Super Mario World. Pero como ya he comentado muchas veces, no era demasiado “pro Mario“. Al menos hasta que apareció Super Mario 3D World. De hecho, al poco de comenzar pude ver otra preocupante imagen, una que me hizo recordar esas promesas incumplidas en forma de dibujos, esas que nos llevan a pensar en juegos mejores que los que acabamos jugados. Pero debo reconocer que me ocurrió justo lo contrario que en otras ocasiones, al poco tiempo de estar jugando casi podía decir que quería vivir en su colorido mundo.
Super Mario 3D World es, posiblemente, el juego de este estilo que más me ha gustado en mucho tiempo, y más aún si cuento desde que comenzó el uso y abuso de los gráficos poligonales. Siguiendo la estela de Super Mario 3D Land, 3D World nos pone a los mandos del fontanero más famoso de la historia y sus amigos para que viajemos a lo largo de ocho mundos, donde encontraremos fases de todo tipo, forma y color. Veremos desde las clásicas fases de plataformas, perfectamente rematadas por los diseñadores de Nintendo, hasta otras donde nos enfrentaremos a un enemigo grande o varios del tirón, pasando por algunas en las que correremos subidos a lomos de un dinosaurio “algo” más grande que Yoshi (el gran ausente de este juego). Al listado de fases hay un añadido menos habitual y sorprendente: un compendio de pantallas de “estilo Fez” donde manejamos a una seta espeleóloga que tiene que conseguir todas las estrellas para poder superar la pantalla del momento.
Y no sólo es que cada fase sea una fiesta en lo que a variedad y color se refiere, tanto en el modo de un jugador como con varios (hasta cuatro), sino que, más aún que ninguna entrega anterior de los Mario Brothers, hablamos de un mundo vivo donde los enemigos tienen sus propias rutinas más allá de incordiar o atacar al propio Mario. Algunos enemigos se pasan el rato durmiendo, otros disfrutan de la playa, hasta los hay que disfrutan del paisaje.
Super Mario 3D World tal vez no parezca, a bote pronto, tan original como lo fueron los Super Mario Galaxy pero una vez rascas y alcanzas lo que hay bajo su superficie resulta palpable la variedad de mecánicas que ofrece. Incluso tiene una gran aportación propia en forma de traje de gato, con sus correspondientes poderes. Y supongo que posiblemente debido a las escasas ventas del título en occidente, mezcladas con la falta de prestigio de Wii U, se convertirá en juego de culto. Aunque en Japón es tan popular que sí está ayudando a vender la videoconsola y ha alcanzado unas cifras de ventas bastante dignas. En mi opinión debería convertirse en algo más, debería ser un juego seminal como Super Mario 3D Land, un título que ayude a dar a luz a otros o que propicie la aparición de aquellos que deseen seguir su estela. De hecho, ya ha aparecido alguno, como Jett Rocket 2 para Nintendo 3DS.
Estoy convencido de que el tiempo dejará a Super Mario 3D World en una posición en la que seguiremos hablando de él aunque haya pasado mucho tiempo y, espero, que para entonces lo hayáis podido disfrutar todos.
Si que tiene buena pinta sí.
Pues la verdad es que la de Mario es una de las pocas franquicias que siempre te sorprende y se van superando en cada entrega. Eso pensando en que lleva con nosotros 30 años es una barbaridad.
Para mi el mejor lo disputan el mario land 2 y super mario bros 3 =)