Muchos años han pasado desde que el señor Ron Gilbert nos deleitara con sus mejores trabajos. Personajes como Zak McKracken, Guybrush Threepwood o los pobres diablos que visitaban la mansión de los Edison han formado parte de historias que han influido a toda una generación de jugones, por lo que no es de extrañar que muchos se volvieran locos al saber que el señor Gilbert volvía al género que prácticamente él solito inventó: las aventuras gráficas.
Para colmo, lo hizo de la mano de Double Fine, la desarrolladora de Tim Schafer que poco a poco se ha ido afianzando como una de las auténticas herederas del espíritu pionero que hizo grande a LucasArts en los años 80 y 90 (quién piense ahora en Telltale que se lo piense dos veces)
Con toda esta euforia propia de la fan más enloquecida se me ha olvidado deciros de qué juego estoy hablando: The Cave.
Oh, es una cueva ¿Y qué hay dentro?
Dentro de la cueva está todo lo que tu mente desea. Con esta premisa tan sencilla arranca el juego. Siete personajes (ocho si contamos con que uno de ellos realmente son dos hermanos gemelos) quieren adentrarse en las profundidades de esta peculiar cueva mágica capaz de satisfacer hasta el más oscuro de los anhelos del ser humano y tu deber como jugador es ayudarlos a salir de allí con vida…
Tras esta premisa, a priori muy sencilla, se esconde un entramado de personajes con varias historias que se entremezclan en las profundidades de la cueva que da nombre al juego. Historias muy diferentes entre sí, y tan dispares como el origen y la personalidad de sus protagonistas, pero todas tienen una cosa en común: la codicia y el deseo egoísta como hilo conductor.
Y puede que la moralina final pueda echar atrás a más de uno, pero lo cierto es que las historias se tejen de una manera tan peculiar que sirven por completo a un sistema de juego que es, sin ánimo de encender los ánimos de nadie, el más simple pero a la vez más completo que he visto en una aventura gráfica en muchos años.
Renovando la vieja escuela
Hay que decir que el género de la aventura gráfica actualmente no goza ni de lejos de la popularidad que tenía hace 30 años. Sin embargo, son muchos títulos los que han intentado llevar a las nuevas generaciones los sistemas de juego y la narrativa propias de esos años. Pero donde otros desarrolladores han buscado retomar el clásico Point & Click, el señor Gilbert ha empezado de nuevo con un sistema de juego diferente. En este punto hay que admitir que parte del cambio se debe a que el juego se pensó originalmente para consolas (las cuales nunca han acabado de encajar bien el Point & Click por motivos obvios). Pero el resultado es la creación de un híbrido entre plataformas y aventura gráfica que resulta muy interesante.
Voy a comentar las dos características principales del sistema de juego de The Cave. Para empezar, ya he mencionado que tenemos hasta siete personajes con los que jugar, y con ellos podrás adentrarte en la cueva con grupos de tres personajes. Esto posiblemente recuerde horrores a lo que nos presentó Ron Gilbert en una de sus primeras creaciones: Maniac Mansion.
Lo interesante de esta mecánica no es sólo la combinación de habilidades únicas de cada personaje –las hay desde utilísimas como hacerse inmune al dolor o a las caídas, hasta otras menos útiles a ratos como respirar bajo el agua– sino el poder descubrir nuevas zonas y secretos con cada personaje. Esto hace que, para tener una experiencia completa con The Cave, el jugador deba pasarse el juego tres veces, como mínimo, y eso sin contar la existencia de dos finales para cada personaje. Por tanto, la rejugabilidad de este título esté asegurada.
Y otra cosa a destacar: Olvídate de los inventarios interminables y los bolsillos mágicos de Doraemon, en The Cave cada personaje puede llevar única y exclusivamente un objeto en la mano. Esto hace que los puzles sean más simples en planteamiento, pero no por ello más fáciles de completar. De hecho, habrá momentos en los que el juego pone a prueba tus neuronas de forma que pocas aventuras gráficas lo habían hecho en mucho tiempo. Os reto personalmente a que os terminéis el juego sin morir ni una sola vez, hay logro si se consigue.
Un juego redondo
Para resumir un poco mi experiencia con este título, he de confesar que lo cogí con muchísimas reticencias –¿Cuántas veces nos han vendido un juego como la vuelta de un grande de la industria y ha resultado estar ahí sólo por figurar? Véase From Dust– pero una vez jugadas mis horas de rigor, reconozco el mimo con el cual Ron Gilbert ha cuidado a su última creación.
El diseño de personajes y escenarios así como el diseño artístico está muy cuidado, como en todos los juegos de Double Fine, y tanto el sonido como la música son frescos y no se hacen repetitivos. Tal vez las únicas taras que arrastra este juego son la brevedad del mismo –aunque el jugarlo con todos los personajes y el modo cooperativo ayudan en gran parte a solventarlo– y unos cuantos fallos de optimización en su versión de PC, caídas de framerate en algunas ocasiones, nada grave.
Aunque, sin duda alguna, su punto fuerte reside en la narrativa. The Cave es la prueba de que una buena historia en un videojuego no debe contarse como si fuera una película, sino que debe servir para sacar lo mejor del medio interactivo que tanto nos apasiona. Y este juego levantará muchas pasiones, tanto a los jugadores noveles que descubren ahora las aventuras gráficas como a los aficionados de toda la vida que esperaban el regreso del creador de Monkey Island como agua de mayo.
¿Cómo que “quien piense ahora en Telltale que se lo piense dos veces”? Una cosa es que The Cave esté muy bien, que lo está, y otra que Telltale es puro Lucasarts en sus Sam&Max, Strong Bad y Tales of Monkey Island, y lo digo en todo lo bueno.
No nos pasemos en las hipérboles. El relevo lo tienen ahora otros.
Yo estoy con Carlos. Telltale con sus tropiezos (EJEM, JURASSIC PARK PARA PC) ha hecho bastante cosa buena, revitalizando la aventura gráfica.
Porque la verdad es que no he jugado the cave, pero cosas como la tercera temporada de Sam & Max tiene auténticos toques de genio, por ejemplo. Y la segunda es buen (para mí mejor) heredero de la sátira del original.
Vamos, que no se quedan cortos los majos.
LucasArts se hizo famosa con sus aventuras gráficas, pero no sólo se limitaba a crear aventuras gráficas. Sus juegos intentaban innovar tanto en su sistema de juego (el motor SCUMM) como por ambientación (el sistema musical iMuse, no tan conocido como el SCUMM pero igual de importante) intentando crear experiencias jugables cercanas a lo que quería hacer George Lucas con sus películas (no olvidemos que, durante los años 70 y 80 Lucas buscaba ante todo INNOVAR)
Estaréis de acuerdo conmigo en que ese espíritu innovador y arriesgado no está en Telltale, sino en Double Fine ¿Verdad?
Yo soy pro – Telltale. Primero, por apostar por las AG cuando nadie daba un duro por ellas (y de hecho, ahora si se da). Segundo, por hacerlas episódicas (vivan los juegos cortos!). Tercero, por innovar :).
Porque en The Walking Dead se innova. Guste o no. Aunque imite en muchas cosas a los intentos de David de Gruttola por hacer aventuras gráficas distintas. Y lo mismo en Jurassic Park (aunque no saliese bien). Y en Sam & Max tercera temporada. Y en muchos detalles.
Otra cosa es que, a pelo, The Cave es mucho más radical en su innovación que todo lo anterior. O no tanto. Ha creado una videoaventura gráfica xD. Y Double Fine ha sido bastante más variada que Telltale (que han sido aventuras gráficas y un juego de poquer). Pero Telltale ha innovado… o ha hecho suyas innovaciones de otros 🙂
No veo que The Cave innove en absoluto, pero eso no quita para que me parezca un juego maravilloso. Si acaso, lo que hace es tomar mecánicas de aquí y de allá para RENOVAR (esto sería lo adecuado). Algunas son muy evidentes (Lost Wikings, Trine, Maniac Mansion) y otras que probablemente ni siquiera se le pasarían por la cabeza a Gilbert y su equipo como Gobliiins o Heart of Darkness pero que están ahí, pequeños retazos que conviven junto a un diseño conceptual cuidado al extremo, textos insuperables y lo que es más importante, un concepto (LA CUEVA como purgatorio) que trasciende por encima de los elementos anteriores.
Esto para mi lo convierte en una experiencia casi perfecta, aun cuando todo el diseño de personajes se base en estereotipos; pero que resulten familiares y agradables es un logro. Otros han visto ahí una falta de originalidad que yo no comparto. De hecho, el que representen clichés sacados del imaginario colectivo facilita la empatía del jugador respecto a lo que se nos cuenta de ellos. Lo irónico es que con el puñado de tecnología que se nos pone en bandeja en buena parte de los juegos actuales para que sintamos los avatares como propios, al final siempre acabamos rendidos ante la evidencia de los estereotipos como representación de nuestros pesares, anhelos y dislates.
Es tan fácil caer en la monotonía con propuestas así que lo sorprendente es lo bien que ha encajado en The Cave.
Pd: nada de acuerdo con lo que dices sobre Chahi y From Dust. No será lo que muchos esperaban de él (seamos honestos, lo que “la gente” quiere es que se marque otro Another World), pero sí que es un juego del que se pueden esperar grandes momentos. Y que los da.