Ha sido una semana de rumores y más rumores incesantes. Había muchas señales que indicaban que en el Playstation Meeting se mostraría la nueva consola de sobremesa de Sony. Y finalmente así ha sido. Algunos de nuestros redactores trasnocharon para observar el streaming en el que la empresa nipona presentó su nueva consola de sobremesa al mundo, Playstation 4.
Aunque no se ha mostrado la consola en sí (sólo hemos podido ver el mando que llevaba algunos días corriendo como rumor por la red) han dado nuevos datos: en la consola se apuesta por una mayor presencia de los contenidos en línea, como ya se veía venir tras los últimos E3. La interacción de los usuarios será más importante puesto que dispondrá de más contenido propio de una red social: por ejemplo, podremos conocer al instante las nuevas adquisiciones de nuestros amigos.
Además, la compra de Gaikai por Sony servirá para ofrecer un mejor servicio de demos en el que podamos probar los juegos antes de comprarlos sin necesidad de descargas, también paliará la pérdida de retrocompatibilidad al poder usar vía streaming títulos de PS3, PS2, y también de PSX. O para ayudar a una persona dentro del propio juego. Incluso permitirá jugar a los títulos de PS4 a través de la Playstation Vita. Desde Anaitgames reseñan otros de los extras, como un modo “dormir” que nos permite dejar la consola suspendida y reanudar la partida en el punto exacto donde lo dejamos.
El mando, por su parte, vendrá con un touchpad y un botón de “Compartir” incorporado que nos permitirá emitir nuestras partidas on-line. También dispone de una luz que será captada por una cámara 3D que recogerá el movimiento del mando. Parece ser que también será compatible con Move, ya que hemos podido ver a la gente de Media Molecule usándolo en la presentación.
Sobre el aspecto técnico, Kotaku ha recogido las especificaciones que aclaran gran parte de los rumores. Contará con una CPU de arquitectura x86-64 de ocho núcleos de AMD, y 8GB de memoria GDDR5, una procesador gráfico AMD Radeon, un disco duro interno de 160GB, una unidad de discos Blu-Ray/DVD a 6x/8x, puertos USB 3.0, salidas de vídeo HDMI y audio S/PDIF, puerto Ethernet, Wifi y Bluetooth. Además incorpora un chip dedicado para las descargas de modo que podrán ejecutarse completamente en segundo plano.
Aún no se ha dado una fecha de salida concreta, pero se ha mencionado claramente la navidad de 2013 para su salida. Al margen de la ausencia del hardware, si que han mostrado algunos de sus futuros juegos para tener una muestra de lo que es capaz de hacer, algo que también se ha demostrado mediante una demo técnica de Quantic Dream llamada “Emotion“.
Me llama la atención cómo han escurrido el bulto durante dos horas sobre el enorme fracaso que ha supuesto la estrategia de Sony con PS3 cuando prácticamente muchas de las mejoras que ahora prometen para usuarios y desarrolladores (inmediatez en cargas, gestión óptima de SO y actualizaciones, kits de desarrollo legibles, middleware compatible y modular) gracias a PS4 ya eran factibles en 2006.
Ayer nos vendieron la moto sobre usos, tecnologías y tendencias para las que no necesitamos ninguna consola. TAN evidente fue que las demostraciones en tiempo real y demás ostentación técnica se ejecutaron EN UN PC.
Lo único que me preocupa como sufrido usuario de la todavía vigente máquina de Sony es saber qué pasará dentro de unos años con todo mi catálogo de juegos descargables mientras por otra parte me froto las manos ante la posibilidad de una bajada de precios en software brutal. Siendo acérrimo de jugar a mi bola sin que me molesten (a menos que invite a casa a quien a mi me de la real gana), LO SOCIAL no puede importarme menos (a los jóvenes que vienen detrás no, por eso PS4 ARRASARÁ). He acabado incluso tan aburrido y hastiado de tanta iteración que ni siquiera ciertas franquicias a las que profesaba amor ciego me harán cambiar de opinión por muy exclusivas que sean.
Luego, tiene gracia que ahora Blizzard se asocie con Sony precisamente portando el juego que me mató como usuario default; sólo que en realidad no tiene ni pizca de gracia.