Bulletstorm no era solamente un juego. Desde el primer momento, era mucho más: una promesa, una esperanza, un atisbo de luz para los juegos de acción en primera persona en una era de mediocridad, de vulgaridad, de reiteración de los mismos modelos y estrategias una y otra y otra vez. Desde el primer tráiler, los chicos de People can Fly nos quisieron mostrar su enfoque transgresor y sus intenciones revolucionarias. Le dieron a su juego el calificativo de “FPS divertido“, mirando por encima del hombro a los refritos de juegos de acción bélicos y apostando por una nueva fórmula basada en la acción, la violencia, el desparpajo y un estilo completamente punk que se alejaba del realismo convencional.
Por poner un ejemplo, no podemos hablar de Bulletstorm sin mencionar antes a Duty Calls, quizás una de las mejores estrategias de marketing en el mundo de los videojuegos de los últimos tiempos. Un hilarante juego desarrollado por los creadores de Bulletstorm, que puede descargarse de forma gratuita y que, mediante la parodia, critica los clichés de la saga Call of Duty, además de a todos sus imitadores actuales. Con Duty Calls, no sólo se dan a conocer, sino que además nos dan a entender que ellos han llegado para rescatar el género de los FPS; para acabar de una vez con el abuso de las escenas de vídeo, con los giros argumentales absurdos que sólo buscan añadir dramatismo, con los incordiantes QTE (Quick Time Events), y con el afán de impresionar visualmente dejando de lado la diversión.
Por desgracia, la promesa queda en nada, puesto que Bulletstorm cae en todos y cada uno de estos clichés. Y es que en Bulletstorm nos encontramos con dos directrices muy opuestas, por un lado quiere ser un juego que nos brinde diversión a raudales, con una actitud inmadura y rebelde, mientras que a la vez pretende ser un juego profundo, épico, con un guión impactante y una estética sobrecogedora. El resultado final es un pastiche que nos ofrece una estilo de juego original y divertido, pero castrado, con una línea argumental ridícula, innecesaria y molesta que cuesta creer.
No me malinterpretéis, es un buen juego; el problema es que se presentó como el salvador de un género marchito, como un mesías de la diversión, como un revolucionario… y lo cierto es que ha quedado en un juego de acción del montón con algunas ideas originales e innovadoras.
Ideas como los Skillshots, un sistema que puntúa las muertes en función de las condiciones en las que se realiza. Como anécdota puedo añadir que este sistema no formaba parte del diseño original del juego; decidieron añadirlo al comprobar que los testers intentaban eliminar a los enemigos de formas creativas en lugar de acabar con ellos deprisa. Cabe decir que es un sistema muy divertido y bien implementado, aunque quizás hubiera podido funcionar mejor si puntuara las acciones por separado, en lugar de registrar sólo las que influyen en el instante de la muerte, dado que a veces conseguiremos reacciones en cadena realmente espectaculares, pero no se puntuarán porque no existe un skillshot concreto para eso, o porque el enemigo estaba muerto antes de provocar el destrozo. Al final, este elemento funciona como una lista de la compra: vas revisando los que te quedan pendientes, los vas haciendo y los vas tachando. También es remarcable el hecho de que han buscado una forma de justificar todo este sistema de puntuación dentro del propio argumento del juego, algo que siempre se agradece.
Uno de los puntos más fuertes son las armas (a excepción del horrible, horrible, rifle de francotirador). Se ha criticado que no son muy numerosas, pero son muy variadas y se complementan de forma completamente coherente con la mecánica de juego. Los efectos que producen en los enemigos son perfectamente combinables con los elementos del entorno o con la patada y el látigo del protagonista (que nos permiten atraer y repeler enemigos), permitiéndonos crear combinaciones realmente espectaculares.
Otro punto fuerte, sin duda, son los diálogos. Están llenos de insultos, palabrotas y todo tipo de blasfemias que harán que no podamos dejar de reír. Mención especial para Sarrano, uno de los enemigos más divertidos y odiosos en mucho tiempo. Por desgracia, de vez en cuando el juego se intenta volver dramático, y el contraste le sienta bastante mal.
La campaña principal es bastante corta y el juego apenas ofrece la posibilidad de volverse a disfrutar (a no ser que lo quieras volver a completar otra vez, sin conservar ni siquiera las armas), con un modo en línea bastante soso y escaso. Todo esto hace que el juego tenga poca vida útil.
También hay que mencionar la increíble banda sonora, de una calidad excepcional y que además está disponible para descargar de forma gratuita.
En resumen: Bulletstorm es un combinado de emociones fuertes y diversión a raudales, aunque peque de efímero y de repetitivo o no haya sabido revolucionar el género tal y como prometió. Es capaz de hacernos pasar un buen rato entreteniéndonos con su frescura, sin llegar a anonadarnos ni a hacernos caer en el aburrimiento en ningún momento.
A mi la verdad es que me gustó bastante, aunque tienes razón en que el multijugador es un poco soso. Le falta un modo cooperativo para el modo campaña, hubiera sido la leche!!
La verdad es que ese es un tema bastante interesante!
El modo cooperativo para la campaña (que hubiera sido la leche) es algo que intentaron hacer, no obstante era prácticamente imposible llevarlo a cabo. Como habrás podido comprobar, la dificultad del juego radica en hacer skillshots y muertes creativas. Si intentas matar a todos los enemigos lo más deprisa posible sin reparar en la puntuación te darás cuenta de que es demasiado fácil y que no mueres jamás.
Ese era el problema con el cooperativo en la campaña. La gente con un compañero juega de forma más agresiva, intentando matar a más enemigos que su ayudante. Incorporar a un amigo al modo historia lo convetía en una carrera frenética que acortaba aún más el juego y que además hacia que te perdieras la parte más divertida; la de los skillshots.
Un modo cooperativo bien pensado y estudiado podría haber funcionado, pero el tiempo y el presupuesto son limitados y las escenas de acción escriptadas venden más juegos XD
@Kevin Cerdà: A mi BulletStorm me tuvo enganchado durante todo el tiempo que lo jugué, aunque no llegué a relacionar nunca la relación entre crítica y shooter, sí que es cierto que no deja de ser uno más del gran montón de juegos de acción de la Next-Gen. En todo caso, de tener cooperativo la experiencia habría sido agradecida por muchos.