Sega, ese monstruo en constante mutación, no entiende su legado (sólo así se explica que el esperadísimo Dreamcast Collection no incluya más que cuatro juegos, ¡uno de ellos, Sega Bass Fishing!), pero eso no evita que quiera vivir de él. Ya saben: recopilatorios, relanzamientos, remakes y, copiándole la jugada a Nintendo, crossovers de allstars.
Sega tiene sus Mario Kart o Mario Tennis, pero por el camino olvida, o hace ver que olvida, que en Nintendo (casi) siempre está el juego antes que el nombre y que si Pit aparece en Brawl lo tomamos como anuncio de su regreso. Las sagas de la Gran N se renuevan en cada generación con juegos punteros; las de Sega esperan una resurrección que nunca llega.
Los iconos abandonados o maltratados de Sega se cuentan por decenas. Sus crossovers sirven también como censos de hijos despreciados, devorados periódicamente por su enloquecido padre por un puñado de dólares. ¿Para qué hacer Shenmue 3 si el modelado de Ryo echándole carreras a Big the Cat ya vende?
El plantel de personajes de estas explotaciones (la pseudofranquícia Sega Superstars) es casi una lista de secuelas necesarias: el mencionado Shenmue (los rumores de su regreso son anuales), Fantasy Zone (¿imaginan uno descargable?), ChuChuRocket (¡ideal para el online!), Bonanza Bros (puro sigilo), Jet Set Radio (que se enriquecería con lo adelantado por, digamos, inFamous), Alex Kidd (los plataformas vuelven a estar de moda)…
Otros sí han tenido su vuelta a los escenarios… y ha sido peor. Nights, la joya de Saturn, ha desaparecido de nuestro recuerdo por culpa de su terrible secuela en Wii. Tres cuartos de lo mismo con Samba de Amigo y su nefasta detección de movimiento. Un juego de tercera se hizo pasar por Golden Axe no hace mucho. Sega, insisto, no entiende su legado: ni sus clásicos, ni los motivos por lo que lo son.
Los que sobreviven sin haber desaparecido nunca del todo no están mejor: a Sonic le han convertido en hombre lobo, le han sacado clones (Shadow, protagonista del juego más bochornoso de Ps2) y hasta le han inventado romances con humanas propios de un Final Fantasy. Otros, los monos de ‘Super Monkey Ball’, compiten con los rabbids en sobreexplotación casual.
Desde la desaparición de Dreamcast (y, en menor medida, Gamecube) Sega no sólo no ha creado ninguna franquicia destacable, sino que no ha desarrollado ninguna entrega a la altura de las que ya tiene en cartera. Ni tan siquiera es capaz de relanzar sus joyas como dios manda.
MegaDrive tiene una compilación bastante decente; no quiero contar los años y los intentos que han sido necesarios para llegar a ella. Tal vez se necesite una década para tener uno igual de Saturn (y sus recreativas coetáneas) y Dreamcast. Tal vez el próximo Dreamcast Collection sí valga la pena.
Hasta puede que Sega, ahora sí, esté a punto de volver. Tal vez pronto veamos un Ristar que haya tomado nota de los logros de Super Mario Galaxy. Tal vez Sega entienda de una vez que Sonic, Ryo Hazuki, Golden Axe o Nights son algo más que nombres familiares para los jugadores casuales. Demonios, tal vez este año sí anuncien Shenmue 3.
Bah, sabemos que eso no va a pasar. Oímos a Sega masticar con fuerza. Que entre ‘Sonic & Sega Superstars Kinect Party’.
Tengo ganas de comentar, por que es un tema que me interesa. Pero no puedo aportar nada más a lo que has dicho. Así que simplemente hare un: +1.
Te doy la razón en todo menos en una cosa:
Yakuza
Queréis poder votar artículos? xD
Y tras el off-topic de admin idiota, mi aportación:
@Ramón Nafria Nagore: Yakuza of the End xD, gracias, no necesito decir más. 😛
@Jota Gracias, es un tema que nos interesa a todos, porque están jodiendo un legado que en parte nos pertenece (y no quiero entrar en si el creador tiene más derecho que el espectador, etc. etc. etc., pero al menos nosotros parecemos saber más de Sonic que la misma Sega).
@Ramón Nafria Nagore, yo también pensaba que Yakuza era la brillante excepción, el faro que guiaría a las demás, pero luego salió lo que dice @Raúl García Luna y vi el brazo-ametralladora… Que quien sabe, tal vez sea buen juego, ¡pero vaya salida de tono se han cascao!
Yakuza of the End aun no ha salido.
Decía “salió” no como lanzamiento sino como “se anunció” o “se hizo público”. Que de todas maneras parece muy trabajado, pese a la extraña mezcla y el aire de explotación que tiene. Además que Yakuza van cumpliendo con periodicidad, sin armar mucho revuelo y con juegacos. Vamos, todo lo contrario del resto de lanzamientos (que o no salen, o tienen una campaña enorme llena de promesas tipo “esta vez sí queremos un Sonic digno”…).
Por cierto, ¡me dejé una saga de las grandes! O al menos para mí: Panzer Dragoon. El primero en Saturn me impactó enormemente en su momento, Panzer Dragoon Saga merece un relanzamiento (aunque fuera descargable) y Panzer Dragoon Orta es un juego bellísimo. ¡Los quiero de vuelta, o uno nuevo!
Y Shinobi. No has dicho Shinobi. Ni Wonderboy. Ni … Pero te entendemos igual 😀
Triste artículo. Triste por lo acertadísimo que es, claro.
Conociendo a la SEGA actual lo mejor es no mentar a la bicha y dejar que sus sagas más antiguas duerman el sueño de los justos. Cada juego tiene su momento y el forzar la máquina lleva a cosas como Final Fantasy XXV, Street Fighter IV Ultra Omega Remix of The Dead y similares.
En serio, dejar a Alex Kidd y compañía en el rincón de la historia que se merecen y no les forceis a una vida de penurias en 3D.
Sabeis que dicen que van a sacar el Monster World IV en ingles… ahora? 😀
¡A buenas horas Monster World IV (que me encanta)!
Antonio, si las sagas viejas las miento ya por carrerilla, pero lo grave es lo que hacen con Sonic, o que no acaben Shenmue (es un concepto muy moderno, de hecho sentó las bases de muchos conceptos modernos), Panzer Dragoon (que destaca por hacer un uso espectacular e hiperestético de la tecnología, así que en esta generación sería maravilloso)…
Vistos los abortos de Sega, lo mejor sería que dejase a todas sus sagas en paz, pero aún espero que llegue un Retro Studios que levante el legado desde fuera…