El papel de la prensa del videojuego debería ser no ya informar con objetividad —un imposible, por aquello de que el ser humano tiene pensamiento propio—, sino con honestidad —es decir, publicando lo que piensa, no lo que le dictan—. De igual forma que publicar tal cual los comunicados que emiten las compañías es actuar como el pregonero que grita los edictos reales, dejarse comprar por copias gratuitas de juegos es la actitud infantil del niño candoroso que acepta piruletas del pederasta enfundado en gabardina. Y que nadie se engañe, lo que las compañías suelen hacerle a la prensa en esas ocasiones no es tan distinto de lo que el pedófilo le haría al niño… No hablemos ya del que confunde sus artículos con formas de publicidad.
En un mundillo en el que la deshonestidad manifiesta es moneda de cambio bien conocida, retirar noticias que surgen por la ineptitud de las propias compañías porque el relaciones públicas de turno lo pide amigablemente es otra forma de bailar al son que nos marcan. Escudarse en una disculpa esgrimiendo la razón de no perjudicar a nadie, ponerse la máscara de la falsa elegancia, no es deshonesto, es una sutil forma de manipulación. Elegancia sería sospechar las repercusiones negativas de una noticia y no publicarla desde un principio, nunca hacer luz de gas. Lo contrario es ponerse en evidencia, sobre todo teniendo en cuenta que aunque el medio web puede modificarse como no puede el impreso, lo que se publica no es realmente tan fácil de eliminar; y siempre habrá otros que no que claudiquen tan fácilmente.
Las compañías no son amigas de la prensa. Es posible que la gente que trabaje en ellas pueda serlo en el ámbito personal, pero cuando se trata de trabajo harán por necesidad el papel de vampiros de Düsseldorf. Siempre que un medio se baja los pantalones está mandandole a las compañías el mensaje de que la prensa del videojuego no es prensa —un mensaje que se repite con poderosa elocuencia a poco escarbar—, y las compañías seguirán actuando como si estuvieran por encima de la libertad de prensa. Pero no hay que olvidar algo: nosotros no le debemos nada a las compañías; ellas a nosotros…
En el momento en que una revista comienza a mover dinero tiene como consecuencia cierto grado de servilismo. Por ello, algunos juegos de dudosa calidad como por ejemplo el Assassin’s Creed (muy correcto pero no un gran juego debido a su monotonía) fue alabado por toda la prensa, muchos medios habían cobrado dinero o especias por su promoción.
La honestidad es de los pobres, en cuanto hay publicidad de por medio la honestidad se convierte en servilismo.
Buen artículo, pardiez.
Bravo por el texto.
Verdades como puños que muchos “”medios”” deberían comerse en todo el estomago.
Me hace gracia que el gentio no haya jaleado en extremo lo ocurrido. Es colosal ver como la mayoría de lectores, después de leer las explicaciones por parte de los “””medios””” de porque se borró la noticia, se pusieran de su lado y aceptaran las razones.
Es más, los pocos blogs que criticamos esta postura fuimos un poco apaleados por el resto. Es el mundo al reves, la verdad, y es completamente estúpido el ver lo poco cortos de miras que son los lectores de muchos blogs. Es la risión vaya.
Lo mejor de todo fue un blog en concreto (aunque seguro que hay más) que quitó la noticia y eso que SEGA no les dijo ni mú. Eso si que es acojonante en toda regla.
SEGA, DAME JUEGOS QUE SOY PROBE.
Triste.
Ya hablé en su momento de ello, pero ahora quiero matizar algo: ¿los blogs son prensa?
Desde mi punto de vista un weblog es una herramienta de comunicación, y el que pueda ser considerado como prensa, página personal, o cualquier otra cosa depende únicamente del tratamiento que se de a la información que ofreces.
No creo que un medio sea menos serio por estar implementado sobre WordPress o blogger que si usan Joomla o un formato derivado y más adaptado, incluso aunque fuese una página creada con un formato visual y un motor propio.
La gente que escribe en muchos casos puede que no sean periodistas (aunque en algunos casos si lo son). Todo depende del tratamiento de la información que hagan. Existen medios más o menos populares (periódicos, prensa “especializada”) que apenas se documentan, ni observan un título al hablar de él, igual que medios menos “especializados”.