Hoy voy a hablar de uno de mis juegos de cabecera, uno con el que cada poco tiempo no puedo resistir la tentación de instalarlo de nuevo y revivir algunas de mis grandes tardes de la infancia. Aunque California Games no tenía en la fecha de su salida los mejores gráficos, ni el mejor sonido, su control no era óptimo y ni siquiera fue un videojuego destacable técnicamente hablando. Sin embargo, estamos ante uno de los títulos más divertidos a los que nos podemos enfrentar y mucho más si conseguimos algún compañero de juegos.
California Games es el último juego de la trilogía deportiva que Epyx inició en 1984 con Summer Games y que continuó dos años más tardes con Winter Games. Para esta tercera entrega, la compañía estadounidense quiso tratar el deporte desde otra perspectiva. Alejándose de las disciplinas clásicas de los Juegos Olímpicos, California Games nos lleva a la costa Oeste de Estados Unidos para disfrutar de los juegos y deportes callejeros típicos de la zona. Esta original propuesta vio la luz en 1987 para Commodore 64 y Apple II pero su gran aceptación por parte del público hizo que entre 1987 y 1991 se trasladara a las plataformas de videojuegos más relevantes.
El título es un compendio de minijuegos realizado mucho antes de que ésto se considerara un género propio, de tal manera que cada minijuego corresponde a cada una de las seis disciplinas que nos presenta: Footbag, Half Pipe, Skating, BMX, Surfing y Flying Disc.
Inicialmente podremos definir nuestro torneo indicando en que pruebas queremos competir y, tras indicar nuestro nombre y patrocinador, estaremos preparados para competir en la primera disciplina. Uno de los aciertos de California Games es dar la posibilidad de participar a varios jugadores por turnos, lo que lo convirtió en un juego muy popular en grupos de amigos. Aunque no jugaran de forma simultánea, la simplicidad de su manejo y lo rápidas que son las tandas lo convirtieron en un título ideal para disfrutar en grupo.
El desarrollo estuvo muy condicionado por el trabajo paralelo de muchos de sus desarrolladores en otros proyectos, por lo que cada uno de ellos se centro en el desarrollo de uno de los eventos en concreto. Esto, que inicialmente podría considerarse un inconveniente, terminó revelándose como su principal virtud, ya que cada una de las disciplinas tiene su propio sistema de juego y su propio diseño personal, lo que dotó a California Games de mucha frescura y variedad.
En Footbag, tendremos que golpear una pequeña pelota de crochet y mantenerla en el aire a base de patadas. Según vayamos realizando distintos trucos como golpearla con el hombro, dar media vuelta o realizar una patada de espaldas, iremos mejorando nuestra puntuación. En Half Pipe nos meteremos dentro del típico tubo de Skateboard y tendremos que hacer todo tipo de filigranas en el aire para conseguir aumentar la puntuación que nos den los jueces. En la prueba de Surfing, nos situaremos en el mar a la espera de que venga una ola gigante que nos permita realizar todo tipo de trucos que satisfagan a los jueces. Con nuestra bicicleta BMX vamos a recorrer un pequeño circuitos lleno de trampas. En la prueba de Skate, patinaremos a toda velocidad por un paseo marítimo californiano donde tendremos que evitar colisionar con los transeúntes y los diferentes elementos de mobiliario urbano. Por último, tendremos que lanzar un frisbee a un compañero que se encuentra a una distancia considerable sin que nuestro disco toque el suelo.
El apartado técnico de California Games se caracteriza por un control simple aunque no siempre con la mejor de las respuestas, pero lo suficientemente intuitivo para que no sea frustrante. Los gráficos mejoran según el potencial de la máquina, pero con un respeto total a la jugabilidad, de tal manera que, aunque el aspecto visual sea distinto, el manejo es prácticamente igual en cada una de sus versiones. Esto provoca que el título desmerezca algo visualmente en máquinas superiores, pero que tenga idénticos resultados en la diversión que pueden ofrecer. De hecho, el juego está plagado de Easter Eggs simpáticos que conseguirán arrancarnos una sonrisa. Como guinda del pastel, la banda sonora está compuesta por un tema muy pegadizo obra de Chris Grigg, miembro de la banda experimental californiana Negativland.
Como he indicado al principio, a pesar de lo particular de su desarrollo, California Games funcionó muy bien en las tiendas. Epyx, al ver el impacto que tenía en todo tipo de plataformas, lanzó en 1992 California Games II basándose en el mismo concepto pero incluyendo otras disciplinas distintas. Esta segunda entrega no tuvo tanto éxito ya que, por un lado, las nuevas disciplinas no terminaban de encajar y, por otro, si el primer juego estaba desfasado técnicamente el segundo era todo un troglodita en plena década de los 90. Pese al paso del tiempo los dos juegos son perfectamente disfrutables ahora y no me extrañaría que una nueva versión fuera lanzada para alguna plataforma de descarga.
Una de esos juegos q representan a una época, en este caso por lo insólito. No nos olvidemos del más raro de todos: World Games…