En 2005 un comando dirigido por ocho de los mejores desarrolladores japoneses fue despedido por un crimen que no habían cometido. No tardaron en montar una nueva empresa, y sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún problema y se los encuentra, quizá pueda contratarlos.
Sus nombres son Tatsuya Minami, Atsushi Inaba, Yusuke Hashimoto, Hideki Kamiya, Shigeru Nishikawa, Shinji Mikami, Masami Ueda, Hiroshi Yamaguchi. Su crimen era dar lugar a juegos como Viewtiful Joe, Okami o God Hand. Juegazos a nivel de crítica, pero con una rentabilidad económica no tan alta como Capcom esperaba (aunque menos God Hand todos tuvieron secuela). Así que al salir montaron Seed, lo que sería realmente la semilla de Platinum.
Ya como Platinum Games, lo primero que anunciaron fue un acuerdo de cuatro juegos con Sega. El primero que apareció es Madworld, un juego que hace de la ultraviolencia un fin desde el principio del juego hasta los créditos, poniéndonos en la piel de Jack Cayman, un mercenario que tiene una sierra eléctrica en un brazo, y que debe sobrevivir a un concurso de la tele en una ciudad dominada por el caos y la destrucción. Con un aspecto que recuerda al cómic (y luego la película) de Sin City, usando blanco, negro y rojo para remarcar más aún su impacto cada vez que realizamos (o sufrimos) un golpe que puede llegar a ser de una contundencia exagerada. Como los juegos anteriores no tuvo demasiadas ventas, algo no demasiado raro siendo un juego para Wii con un público entre la adolescencia y la edad adulta.
El segundo juego ha tenido menos repercusión aún: Infinite Space. Realizado en colaboración con Nudemaker, es un juego de estrategia espacial bastante complejo, con una historia larga y profunda, para Nintendo DS. Un muy buen título, con un aspecto visual muy agradable, pero con cierta dificultad a la hora de ser jugado, que provoca que sea demasiado de nicho para atraer al gran público.
El tercer juego con Sega es, posiblemente, el que más ha marcado el transcurso de esta empresa. Bayonetta, un juego para Xbox 360 y Playstation 3 donde Hideki Kamiya, padre de Devil May Cry, da rienda suelta a todos sus conocimientos sobre juegos de lucha y le añade un apartado gráfico y artístico que roza el absurdo más épico, con una historia de brujas, ángeles y demonios que acaba conteniendo clásicos de Sega y versiones de Fly Me To The Moon mientras una bestia de pelo destroza un meteorito.
Vanquish, en cambio, es un título para Playstation 3 y Xbox 360 más comedido en lo visual pero igualmente de frenético en lo jugable, con un gran nivel en todos sus aspectos, pero con un desarrollo centrado más en la calidad que en la cantidad que acabó repercutiendo en unas ventas no demasiado holgadas.
En este momento Shinji Mikami, padre de Resident Evil, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y otros éxitos, sale de la empresa con el motivo de hacer la suya (Tango Networks). Pero a Platinum, a pesar de lo que pueda parecer, no le va mal. Llegan a un acuerdo con Sega para realizar un nuevo título (Anarchy Reigns, basado en el mismo universo que MadWorld), y a la vez ayudan a Konami a desarrollar Metal Gear Rising: Revengeance. Ambos deben aparecer, en principio, este año, y mientras los fans siguen pidiendo una secuela de Bayonetta.
No sabemos lo que puede realizar a posteriori Platinum Games, lo que si damos por seguro es que serán títulos interesantes.
Platinum games es dios. Esto es así.
+1
Cuando he empezado a leer esperaba el homenaje que estos genios de merecen, no este crutrepost U___U
UmmMm, puede que sea por los soporte donde han desarrollado juegos, pero no he jugado a ni uno!.
Quizás el que mas me deja con las bolas cuadrás sea MadWorld.
Pues yo sigo opinando que el Bayonetta no es un buen juego, y el Infinity Space no lo conocía. Pero con el Vanquish y el MadWorld me divertí lo mio.
Esta gente ha sido, es y espero que siga siendo de lo mejor que hay en Japón. No puedo pensar en más de un par con la calidad de Inaba.
Me preocupa la marcha de mucha gente a Tango y me jode ver que se apartan de SEGA, pero lo más importante, como dices, es que parece no irles mas: sus nuevas oficinas están más que bien.
Me debes un desayuno o algo por la introducción 😛