Sencillo, efectivo y carismático juego del deporte de los palos, los campos de cesped y la pelota que hay que meter en el hoyo donde manejamos a un entrañable jugador con aspecto de cierta mascota de la compañía de Kyoto en su carrera por ser el mejor en los 18 hoyos de 2 campos, Estados Unidos y Japón. Con un control que ha sido imitado a lo largo de muchísimos juegos y un aspecto gráfico tan sencillo como agradable, nos encontramos con un juego de golf que apuesta por la inmediatez antes que por el realismo, pero que sin duda alguna ofrece un entretenimiento a tener en cuenta.

Recomendable, y creador de una de las sagas deportivas más relevantes de Nintendo.

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