Acabar con un grupo de bombarderos y cazas que sobrevuelan tu ciudad antes de que no quede nada que defender puede ser una premisa interesante, la ejecución de la idea es otra cuestión. En este caso la mencionada idea apenas da para un sencillo juego de naves que accede a nuestra localización para usar como escenario (o fondo) el mapa de nuestro emplazamiento, presumiblemente mediante Google Maps. Nada más allá del fondo. El molesto control en pantalla y el infame uso del sensor de movimiento lo hacen más una tortura que un placer. Los escasos gráficos, apenas un par, se repiten en varios colores.
Es repetitivo, poco original y desaprovecha una idea no del todo mala.