Elliot Black es un reputado transportista espacial en una zona de trabajo poco recomendable, tras un pequeño desliz con su último cliente deberá correr raudo y sin detenerse hacía su nave, siendo esta su único opción de sobrevivir. Tras el inciso para el argumento, digno de una versión de ciencia ficción de la saga cinematográfica de Jason Statham, pasamos a la mecánica de juego. Estamos ante otro juego de plataformas con desplazamiento lateral continuo, aunque con un acabado gráfico realmente atractivo, tanto en los dibujos que componen la historia representada a través de un cómic, como en el 3D usado en el juego. La variedad de acciones disponibles (cinco en total) consiguen refrescar brevemente el formato de juego.
Mola, al menos si te gustan este tipo de juegos.