En abril del año pasado, a manera de salva de la temporada de blockbusters, Marvel Studios estrenó en todo el mundo la primera adaptación cinematográfica de Thor, un film que junto con las dos cintas de Iron-Man, El Increíble Hulk y el Capitán América formaba parte de la medida estrategia marvelita de preparar a una audiencia masiva -no necesariamente familiarizada con la mitología de la Casa de las Ideas- para el acontecimiento del verano 2012: el híper-espectáculo súperheroico que pretendía ser (y viva dios que lo ha sido) Los Vengadores. Así pues, el film protagonizado por el Dios del Trueno debía de alcanzar dos objetivos: el ser un entretenimiento sólido y válido por sí mismo como servir de anuncio de cosas por venir. Es posible que esta condición de película-tráiler lastrase el resultado final de una superproducción de la que se puede salir con la sensación de que, en algún momento del proceso de producción, alguien decidió que era mejor reservarse las mejores cartas para el futuro. Había, no obstante, momentos formidables e ideas que gustarían tanto a los buenos degustadores del cine de acción y sci-fi bizarro como a los más fanáticos del personaje, pero también es verdad que cierta autocontención no dejó del todo satisfechos ni a unos ni a otros.
Si el film fue recibido con cierta tibieza por parte de crítica y público, lo mejor que se puede decir a este respecto de los videojuegos oficiales para PlayStation 3 y Xbox 360, desarrollados por Liquid Entertainment, es que dejaron a aquellos quienes han podido probarlos algo fríos (bueno, en realidad las críticas fueron atroces). Yo no he jugado a esta adaptación para consolas de sobremesa del superhéroe del martillo divino por lo que no me arriesgaré a emitir ningún juicio sobre ellos, aunque es cierto que las reviews y los vídeos pintan un escenario, cuanto menos, poco estimulante. Sea como sea, parece que ha existido unanimidad en calificar a este título como insatisfactorio, lo que no ayudará a mantener con cariño en nuestras cabezas esta solo correcta adaptación del cómic. ¡Pero, ay! Si lo que queríamos era un producto que tratara con justicia al mítico (nunca mejor dicho) superhéroe, tal vez estábamos mirando en la dirección equivocada.
El mismo día que llegaban a las tiendas los títulos para las máquinas de Sony y Microsoft, también lo hacía la versión para Nintendo DS, ésta desarrollada por los californianos de WayForward quienes durante la última década se han ido construyendo poco a poco una reputación de estudio con mano y buen gusto para las mecánicas 2D y las estéticas del pixelazo. Desde luego, Thor no ha sido la excepción dentro de su catálogo, un beat’em up bidimensional izquierda/derecha de correctísima factura (brillante en algunos instantes) cuyas virtudes orbitan alrededor de dos conceptos: el primero de ellos es el del talento del protagonista para despachurrar trolls, goblins y demonios helados con decenas de movimientos, combos y magias que invitan a experimentar diferentes maneras de partir lomos, con especial énfasis en aquellas acciones que permiten arrojarlos por los aires, mantenerlos en vilo a base de martillazos y devolverlos de nuevo al suelo de un golpe para seguir encadenando tortas en una suerte de ballet aéreo del dolor y la colleja donde alguien podría ver, no sin razón, una declinación en 2D de ciertas ideas introducidas por Devil May Cry. Para asegurar que esta mecánica pueda desplegarse con alegría, el juego aprovecha la doble pantalla de la Nintendo DS para extender en vertical el espacio jugable, dejando la inferior para el suelo firme y la superior como el lugar ideal para los combos aéreos más salvajes.
Si la primera virtud es puramente mecánica, la otra característica que sitúa muy por encima de la media a este juego es el mimo puesto en todos los aspectos de su apartado visual. Tomando como referencia el artwork oficial del film, pero en ningún momento sintiéndose atados a él, Mark Brooks y Sonia Oback (quienes ya habían trabajado juntos dentro de Marvel en varios cómics de Thor) aplican un leve rediseño a personajes y escenarios dejándolos aptos para que los pixel artists de WayForward saquen lo mejor de sí mismos y den como resultado uno de los juegos en 2D más espectaculares que el que esto les escribe haya podido ver nunca en soporte alguno. No sólo los personajes están bellísimamente modelados sino que su animación es fluida y rápida; los escenarios, por su parte, a pesar de la simplicidad de su diseño, se muestran ricos en detalles, con asombrosos efectos atmosféricos y los gigantescos final bosses no tendrían por qué envidiar a nada que Konami o Capcom nos enseñara en sus mejores momentos de Super Nintendo o Megadrive, más bien todo lo contrario. Unos feedback visuales morrocotudos que a un juego de mecánica impoluta y repetitiva le sientan como anillo al dedo.
En definitiva, Thor para Nintendo DS es un título que, aunque machacón y poco profundo, ofrece una experiencia tan pura y es tan honesto y transparente con sus incuestionables virtudes como con sus evidentes carencias que es difícil ponerse cascarrabias con él
¿Y entonces? ¿Si tanto nivel atesora cómo es posible que apenas hayamos oído hablar de él? ¿Por qué tan pocos medios se animaron a hacerse eco de sus bondades? ¿Cómo es posible que en menos de un año ya se pueda encontrar a paletadas en los cajones de oportunidades de las tiendas especializadas? Pues si me están mirando a mí para que les de una respuesta ya les digo que no se me ocurre nada para explicar que el entusiasmo con el que han sido recibidas otras propuestas retro como Fez, Lone Survivor o Super Meat Boy le haya sido negada a Thor.
Otro que tampoco sabe cómo explicar esta situación es Austin Ivansmith, una de las mentes pensantes dentro de WayForward y director de esta adaptación para DS del blockbuster veraniego, quien hace poco más de un año se lamentaba en su blog personal de cómo la misma prensa especializada a la que se le llenaba la boca con elogios hacia propuestas revisionistas del pasado 8bits y 16bits pasaba de puntillas por encima de juegos realizados por su compañía para dispositivos portátiles (Game Boy Advance y Nintendo DS) como Contra 4, Alien Infestation, Godzilla Domination, The Flash o Batman: The Brave and the Bold.
Aunque tal vez la clave para entender todo esto la diese, entre líneas, el propio Ivansmith quién señalaba en el mismo artículo que:
En el fondo, creo que la gran pregunta es si a la gente le importa algo que estemos trabajando bajo las mismas limitaciones en paleta y memoria con las que durante años han lidiado los desarrolladores, mientras que nuestra competencia hace juegos que parecen pixelados pero que, en realidad, están hechos sin ningún tipo de limitación. Que el recorrido que la gente hace por memory lane con cubos llenos de nostalgia es el mismo camino en el que nosotros nos hemos instalado, el mismo que hemos estado perfeccionando y del cual nunca nos hemos marchado. Que estamos creando versiones de primer nivel (no solo en nombre sino en ejecución técnica y talento) de los mismo elementos que innumerables personas llevan como una medalla para demostrar que echan de menos los días del píxel.
Desde luego, no le falta la razón al afirmar que WayForward es de las escasas desarrolladoras que, ignorando el corte que la aparición de las consolas de 32bits con sus polígonos bailongos y sus espacios tridimensionales supusieron para toda una forma de hacer juegos, continúan explorando y evolucionando las posibilidades de los píxeles y la bidimensionalidad situándolos como representantes de cierta forma tradicional de entender los videojuegos frente a propuestas revisionistas cargadas de melancolía y cuyos resultados, aunque excelentes en muchos casos, ofrecen experiencias bien distintas a aquellas que pretenden emular. Pero la pregunta que queda en el aire es: ¿Es posible que nuestra pose por el retro sea solo eso, una pose? ¿Tal vez Thor no calase lo hondo que se hubiera merecido porque sus virtudes retro no estaban filtradas por el tamiz de la nostalgia?
Magnífico texto (como siempre, por otra parte)
Creo que la falta de conclusión le sienta bien, porque aunque no le falta razón a Ivansmith (best apellido EVER), también hay que destacar que aunque es un título solvente, quizá no sea la mejor plataforma para lanzarlo. De hecho, títulos infinitamente superiores como «Henry Hatsworth in the Puzzling Adventure» tampoco tuvieron una presencia demasiado destacada en los medios.
Lo retro gusta, pero normalmente enmarcado dentro de una distribución indie. O dicho de otra manera, aceptamos el homenaje ochobitero si es a costa de un precio reducido. Esto tampoco es nada nuevo. Hasta hace cuatro días (y quien dice cuatro días dice dos años) apenas se podían encontrar títulos de plataformas de scroll lateral dentro del catálogo físico next-gen si descartamos Wii. La llegada del nuevo Rayman ha reivindicado un género que se había asociado a «retro» o antiguo.
No se cuantas copias habrá vendido ‘Lone Survivor’ pero intuyo que no le ha ido mal. ¿Cuanto habría vendido si lo hubieran lanzado para DS (donde por cierto, encajaría cojonudamente) en formato físico? Pues eso.
Por cierto, corregir ese » no me arriesgaré ha emitir» o ponerlo en mayúsculas como buen hoygan.
Bravo. Ole. Gloria. Plas Plas, and so on…
Cuando yo era universitario, tuve a bien comprarme todos los Digital Devil Saga, incluyendo el Shin Megami Tensei: Lucifer’s Call, en una época en los que tanto Dante , los JRPG y el cell shading estaban de moda. El juego en Europa supongo que vendería poco menos que nada, y en España directamente no vi NADA por ningún lado. Ni referencias, ni análisis, ni foros. Hasta que no lo ví en El Pixel Iustre, era el único que conocía que había jugado a ese juego. Y por qué?. Supongo que por falta de marketing, distribución, publicidad, …
A Thor le ha pasado lo mismo. La ¿campaña? de publicidad no va al jugador retro, sino al que ve la peli. El que ve la peli suele ser un jugador «casual» de estos que no pasan del God of War – Call of Duty. El «hardcore» no se entera. Y muy posiblemente ni el distri sepa lo que tiene entre manos.
Y así, se pierde el juego en medio de todo eso. Una verdadera pena. Y una demostración de lo que es realmente el poco conocimiento que tienen los jugadores, del tipo que sean, de lo que hay en el mercado. A ver cuanto aguanta esta situación…
Me ha gustado mucho el artículo, pero en el caso que indicas en concreto, no creo que la falta de éxito de Thor para DS dependa de que el gusto por lo retro sea una pose, sino más bien porque a niveles de marketing, para DS lo que no esté hecho por Nintendo y lo protagonice Mario, simplemente no existe. Evidentemente, tenemos un resurgir de lo retro pero, en mi opinión, más motivado por los nuevos canales de distribución que por un sentimiento nostálgico. En los canales de distribución online el cliente busca un entretenimiento rápido, sin demasiada profundidad y a un precio de bajo coste (algo que podrían proporcionar los beat’em up o los videojuegos tipo Tetris), por lo que el estilo retro se adapta a esto, pero no todo lo retro ya que, por ejemplo, las aventuras gráficas se quedan fuera. Por otro lado, de nuevo este estilo retro se adapta muy bien a las consolas portátiles, pero no se suele publicitar mucho, porque lo que vende revistas de Hobby Consolas son imágenes falsas espectaculares y no grandes trabajos de «pixel art».
Yo creo que el problema está a nivel de márqueting y publicidad, no es que se considere un juego bueno o malo, es que nadie habla de este juego porque no conocen su existencia, no existe interés por Thor de Nintendo DS, como tampoco lo hay para otros grandes pero desconocidos juegos como Henry Hatsworth, Z.H.P. o Code of Princess.
En cambio, fíjate que aún no ha salido ni a la venta y ya se ha vendido y promocionado el Epic Mickey: Power of Illusion de 3DS, luego será bueno o malo, pero ya se ha creado un interés, ya se ha dado a conocer, aunque haya sido por jugar con la nostalgia que crea el ser una secuela espiritual de Castle of Illsuion o por ser de Mickey Mouse, la publicidad ya ha empezado a rodar.
«¿Y entonces? ¿Si tanto nivel atesora cómo es posible que apenas hayamos oído hablar de él? ¿Por qué tan pocos medios se animaron a hacerse eco de sus bondades?»
Porque es de Nintendo DS. No es muy difícil llegar a esa conclusión cuando justo después se mienta a Fez, Lone Survivor o Super Meat Boy. La realidad es que si Thor hubiese salido en Steam a diez euros hubiese vendido más en el primer día de «pre-orders» que en todo el tiempo que lleva ahora en el mercado, pero en la portátil de Nintendo es difícil intentar colar un beat em up de estética retro.
Gracias por los comentarios.
En realidad, mi intención con este post no era señalar lo tontos que son algunos por no darse cuenta de dónde está lo bueno ni poner en duda que a (casi) todos nos fascina todo lo que huela a pixelaco.
Coincido con ambos en que la causa principal de que Thor haya vendido tres juegos y medio tiene más que ver con marketing que con otros condicionantes pero me interesaba utilizar esta adaptación portátil para señalar una aproximación diferente (y poco explorada) con eso que llamamos ‘lo retro’. Thor (como casi todos los juegos de WayForward) no mantienen una relación nostálgica con sus referentes, sino que se presentan como su continuación natural. Por otro lado están los juegos que, aunque presentando propuestas bastante contemporáneas, abordan lo retro a base de guiños y homenajes y que apelan directamente al sentimiento de ‘good old times’.
Me pareció que el hecho de que Fez y similares lo estén petando y que WayForward siga siendo una semi-olvidada (incluso por los más aficionados) podría ser significativo de qué tipo de relación mantenemos con la tradición y que, tal vez (solo tal vez) las propuestas retro más exitosas no nos entusiasmarían tanto si no viniesen acompañadas con características propias de la next-gen que suavizaran el salto temporal.
Yo me enteré de este título en su momento, no recuerdo ya por dónde, pero me atrajo bastante el título. Carezco de DS, así que la pillé prestada de mi hermana, pero la tenía estropeada (no carga, algo de un fusible) y aun sin reparación no he podido disfrutar del juego.
Yo me decanto más por poco marketing, ya sea cosa de la distribuidora o de los canales a los que les ha interesado más bien poco poner un artículo sobre el título.
En un mercado tan saturado es lógico que a los jugadores (que no tienen la culpa) se les escapen grandes títulos si no hay algo de marketing o ruido para darse a conocer. Por ejemplo Fez ha tenido 4 años de ruido y hype detrás para crear expectación. El caso de Super Meat Boy es aun mas curioso ya que todo empezó con un pequeño prototipo en flash que tuvo muy buena acogida y creó una base de fans potente etc.
Personalmente me confunde mucho el termino «retro». Todos estos títulos pueden tener a lo sumo una pincelada a nivel gráfico que puede recordarte los viejos tiempo pero poco mas, ni por mecánicas ni por tecnología ni una larga lista de cosas mas creo que sea correcto catalogarlos de retro a mi parecer.
Bravo, Pablo!!
Hay aquí muchas reflexiones interesantes, en especial cómo se utiliza la mayor potencia de la generación actual para superar la retrorrotura: ha hecho falta estar donde estamos para que una versión poligonal de Street Fighter sea fiel a como lo recordábamos en su versión pixelada. Sin embargo, la respuesta a tus preguntas las tiene Andresito: el problema está en la plataforma. Una versión digital en Steam (ahí está Jamestown dándolo todo), XBLA o iOS serían fáciles de portar precisamente por su renuncia a utilizar recursos más modernos. La pena es que parece que solo Nintendo está por la labor de dar trabajo a este estudio.
Oigan, que lo que decía por Twitter. ¿Por qué no triunfó Thor, igual que no triunfó el más que aceptable juego 2D de Star Wars Episodio III para GBA/DS? MARKETING. Y un poquito también por el tipo de plataforma, como decía Andrés. Pero eh, siempre estaremos nosotros para hacer saber que el juego es bueno. Yo lo estoy buscando para tenerlo como joyita tonta en la estantería.
¿No será que Thor y el ejemplo de Bruno no son representativos de juegos retro que no tienen buena prensa, sino de juegos buenos despreciados precisamente por la franquicia a la que representan? Esa es precisamente la queja de Ivansmith, que no se sepa ver más allá de «el juego de la película».
Ahí, Manu también tiene más razón que un santo: juegos de franquicias, mal el 95 por ciento. Pablo, márcate otro texto con todas las respuestas hiladas xD
Si, desde luego Thor parece que contaba con bastantes factores jugando en su contra, desde el escaso apoyo promocional, al rechazo que despierta en todos nosotros las adaptaciones franquiciadas, pasando por la mala referencia que suponía la baja calidad de sus ‘hermanos mayores’ para PS3/XBOX o las características de la plataforma en la que corre (aunque explota sus posibilidades de manera admirable).
Sin embargo, me pregunto si una de las causas que podríamos agregar al listado no podría ser que Thor, con sus pixelazos y su mecánica beat’em up 2D, no apela tanto a la fibra nostálgica del jugador como puedan hacer otros títulos ya citados en estos comentarios. Ivansmith ya decía que para WayForward, sus juegos no son tanto invocaciones al pasado como una continuación natural de éste. Es cierto, como dice Roy Ramker, que el nuevo Mickey está generando expectación pero es que está gritando a las cuatro voces ¡Castle of Illusion 2! ¡Castle of Illusion 2!
Por eso mi pregunta era la siguiente: ¿es posible que esta decisión de situarse a medio camino de lo retro haya influido, junto con el resto de factores que señaláis y con los que estoy de acuerdo, a que no le hayamos hecho el caso que tal vez se merecía?
Y por cierto. Mil perdones por la falta de ortografía. Imperdonable. 10.000 latigazos.
Lo que es imperdonable es que se nos haya pasado a Raul y servidor, que lo hemos leido, pero como estaba tan bien el conjunto no nos dimos cuenta (quiero achacarlo a eso).
Por otro lado, y mientras espero a que Pablo supere sus vergüenzas, recordad que el anterior juego de los desarrolladores de «Castle of Illusion » 2 y del maravillosísimo Henry Hatsworth ni llegó a salir aquí. Nintendo DS, entre otros problemas, tiene la piratería, y pasado el año de Imagina ser… el público ya no compraba juegos (aparte de Marios, Art Academy y similares)
Repito: Final Form Games sigue el mismo camino que WayForward con Jamestown y tiene muy buena prensa. Pero están en Steam y salieron en un Humble Bundle. Y no son franquicia, claro.
Coincido en que la piratería en DS es un arma de doble filo, pero me temo que el eShop tampoco es la solución, porque los juegos allí son percibidos como demasiado caros. Y tienen su razón de ser, no tienen más que leer esto
http://joolswatsham.blogspot.com.es/2012/01/where-do-prices-of-video-games-come.html
Le he puesto a Pablo un ejemplo de que el pixelazo sigue siendo válido y goza de buena salud en iOS, por mil razones. Miren esto y no me digan que no es compra asegurada http://www.ragtagstudio.com/unstoppable.html