Según un informe de la compañía de seguridad digital S21sec el juego en línea ha experimentando un fuerte crecimiento durante el año 2009, llegando a mover 575 millones de euros en España a través de 200.000 jugadores.
Aparentemente la falta de regulación sobre los juegos y las apuestas ha llamado la atención de mafias de delincuentes. Además cada día aparecen de la nada una gran cantidad de tiendas de distribución digital y juegos en línea, un hecho que dificulta contrastarlas como un proveedor fiable de servicios en sus primeros meses de vida.
Comienza a ser habitual leer noticias sobre la suplantación de identidad en juegos en línea o el robo de datos bancarios, por lo que las recomendaciones habituales (software actualizado, cuidado al confiar tus datos) comienzan a quedarse cortas. Cuando ya no puedes fiarte ni de tiendas reconocidas o «seguras» porque son ellas las víctimas del robo y tu cuenta bancaria la afectada, no te queda mucho que hacer.
Recordad también que el medio más fácil, práctico y en general menos punible por la ley es la ingeniería social, una práctica consistente en manipular a los usuarios o utilizar sus descuidos para obtener datos o privilegios sobre sistemas, el eslabón más débil de cualquier sistema siempre es el usuario.
Uno de los ingenieros sociales más famosos de los últimos tiempos es Kevin Mitnick. Según su opinión, la ingeniería social se basa en estos cuatro principios:
- Todos queremos ayudar.
- El primer movimiento es siempre de confianza hacia el otro.
- No nos gusta decir No.
- A todos nos gusta que nos alaben.