A petición de Sony, el magistrado federal estadounidense Joseph Spero obligará a la compañía BlueHost (proveedora de los servicios de hospedaje de www.geohot.com) a entregar los datos relacionados con los visitantes de la página de George Hotz, creador y principal distribuidor del programa Jailbreak. El programa de Hotz permitía ejecutar software no firmado por Sony en PS3, vulnerando el DMCA. Los datos cedidos incluyen: direcciones IP, informaciones de cuenta, los registros del servidor (logs), horas de acceso de los usuarios, etcétera.
Las supuestas razones alegadas por Sony son: en primera instancia, demostrar que el demandado estaba distribuyendo software que vulnera el DMCA; y en segunda, la posibilidad de ubicar la mayor parte de las descargas en el norte del estado de California para de este modo poder trasladar el juicio a la ciudad de San Francisco, donde las leyes son más favorables a Sony que en New Jersey, la ciudad natal de Hotz. Por otro lado, la delicada información de los visitantes podría ayudar a Sony en una futura demanda a cualquier usuario o empresa que pudiese redistribuir el hack, unas intenciones previamente anunciadas a la prensa.
El gigante japonés ya había iniciado acciones legales para conseguir los datos de los visitantes del weblog en Blogger de Hotz y de su canal de Youtube, ambos servicios a cargo de Google. Joseph Spero, además de aceptar la petición sobre Google, ha autorizado a Sony a recoger todos los datos relacionados con la cuenta de Twitter de GeoHot.
A mediados del pasado agosto una noticia conmocionó el panorama de la programación independiente y alegal en PS3, un fabricante había creado un dispositivo que podía romper la protección de antipiratería de PS3 en cualquier modelo, viejo y gordo o delgada (FAT & SLIM) ya poco importaban.
Este nuevo artefacto del tamaño de un pendrive podía cargar copias de seguridad (lícitas o no) además de programas caseros desde una unidad de disco USB externa, también desde la propia unidad de disco duro interna. La facilidad de uso y simplicidad de instalación preocupa de forma evidente a los integrantes de la industria, mientras que muchos usuarios se rejocijan en los foros.
Pequeño y de fácil instalación
Ante este panorama, Sony demanda a los distribuidores respaldados por los fabricantes del dispositivo para procurar sacar el dispositivo de las tiendas, acusándolos de violación del copyright e incumplimiento del DMCA.
Mientras continua la demanda en la corte del Distrito norte de California, el pleito en Australia ha sido resuelto a favor de Sony, por lo que PSJailbreak no puede venderse en Australia, los minoristas que vendían el producto a través de sus páginas web tienen orden de retirar el producto de su catálogo además de compensar a Sony por las molestias.
Aparentemente aun queda una última vía para aquellos decididos a atacar el sistema de Sony, utilizar teléfonos móviles de última generación (smartphones) programados para realizar el trabajo de PSJailbreak, tal como apuntan en Engadget y Gamepolitics el programa en cuestión ya ha sido portado a varias plataformas, entre ellas a una calculadora e incluso existe una versión de código abierto lista para implementar sobre hardware barato.