Suelo aprovechar los días siguientes a cada E3 para (re)plantearme de qué va exactamente la cosa esta de los videojuegos. Es una suerte de reflexión, de investigación intuitiva, pero también una renovación de los votos.
La feria, con toda su pompa y despilfarro, me sirve de excusa para recuperar las Inmensas Preguntas: ¿quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Trazo un mapa general del medio y luego evalúo si me sigue gustando lo que veo. ¿Y qué he visto este año?
De entrada, ninguna sorpresa. Entre Twitter, Facebook, filtraciones, estrategias de márketing basadas en la sobreexposición y tiempos de desarrollo cada vez más largos, resulta casi imposible pillar al público desprevenido. Ha habido confirmaciones (algunas, de peso) pero pocas revelaciones. Y la sorpresa es la primera arma contra el aburrimiento. …Seguir leyendo +