De vez en cuando es divertido revisitar la biblioteca de creaciones de cualquiera compañía, incluso de las más aburridas. Deck13 es una compañía alemana de tamaño medio. En su haber cuentan con un puñado de aventuras gráficas que pretendían traer de vuelta la época dorada de este género cual Telltale. Este es un paso habitual en la mayoría de estudios que entran en el género; normalmente se intenta restaurar algo perdido o, con más ímpetu aún, revolucionarlo.
La obra con la que se presentaron al mundo fue Ankh, una aventura ambientada en el antiguo Egipto en la que el protagonista, Assil, hijo de un arquitecto de pirámides, debe luchar contra fuerzas místicas y terrenales para acabar con una maldición impuesta tras una travesura por el interior de una pirámide. Al igual que en los clásicos a los que intentaba emular, el humor era una de sus grandes bazas y el detonante de cada nueva situación, incluidas aquellas que desembocan en un puzle. Lamentablemente, el humor era demasiado llano, las situaciones previsibles, y algunos detalles de diseño dolorosos para el jugador medio. Un título aceptable, pero poco más, nada que un curtido y sufrido amante de este género no pueda devorar y olvidar. Son antecedentes de vital importancia para comprender la siguiente obra. Ahora, hablemos de Jack Keane – Al rescate del Imperio Británico. …Seguir leyendo +