Oh, glorioso año vivimos en este 2013, y cuántas sorpresas promete traernos el 2014, seamos el tipo de jugador que seamos. Estamos viviendo ese mágico momento en el que la NextGen deja de ser lo que es para convertirse en la anterior generación, algo que muchos jugadores llevaban pidiendo varios meses, por no decir años. Ese momento en el que zagales llenos de júbilo meten sus antiguas consolas y juegos en maletines para ir a venderlos al establecimiento fenicio más cercano… para volver con apenas una centésima parte de su valor original. Y eso si tienen suerte. Aunque siempre les quedará la opción de hacerle ojitos a sus respectivos parientes (o tarjeta de crédito) para por fin dar el paso, y conseguir una de las ansiadas consolas de nueva generación. No obstante, algo está cambiando en el panorama. Cuando nos acercamos al centro de segunda mano más cercano, no nos encontramos las habituales colas de niños, y no tan niños, queriendo deshacerse de sus trastos viejos. ¿Qué está ocurriendo? ¿Acaso no quieren hacerse con la nueva PlayBox 720 U?
Nada más lejos de la realidad. De hecho, tanto Sony como Microsoft libran estos días una peculiar batalla de noticias en las que se jactan de haber conseguido un determinado hito nunca visto en la industria… para luego verse superado por otro hito, aún más increíble, conseguido por la compañía rival. Sin embargo, estas cifras récord no se están financiando, como venía siendo habitual hasta el momento, por la venta de segunda mano de los antiguos aparatos. Incluso llama la atención que las tiendas, tan propensas como son a hacer planes renove, no hayan puesto un gran ahínco en este tipo de promociones. El motivo es bien sencillo: por culpa de las políticas de Sony y Microsoft, el peor enemigo de la next-gen es la old-gen. …Seguir leyendo +