El origen del juego de bloques para niños más famoso del mundo podría ser el protagonista de toda una superproducción de Hollywood con la superación personal como hilo argumental. En 1924, la desgracia se cebó con el humilde carpintero Ole Kirk Christiansen cuando el taller que utilizaba para fabricar muebles y casas fue pasto de las llamas. Lejos de dejarse hundir por este hecho, Christiansen lo tomaría como una oportunidad para crear un negocio mejor con una idea que le permitiera reducir los costos de producción. Su idea fue la de realizar miniaturas de sus productos para facilitar el diseño y la fabricación de los muebles a escala real. Estas miniaturas fueron las que le dieron la idea de realizar juguetes de madera inspirados en elementos reales. Como juguetero estaba teniendo más éxito que como ebanista así que en 1934 adoptó el nombre de LEGO —acrónimo de leg godt que en castellano significa juega bien—. No tuvo ningún problema en adaptarse a la fabricación en plástico cuando este llegó a su auge años más tarde. Además, el uso de este derivado del petróleo le permitió empezar a crear juguetes desmontables que dieron origen a los juegos de construcción en bloque que le han dado fama mundial.
Sin duda, no es LEGO la única empresa dedicada a los juegos de construcción, pero han sido diversas marcas de identidad las que le han dado la fama que hoy tiene. Por un lado, la diversificación de sus productos, de tal manera que acaparan un sector amplio de edades, desde los más pequeños de la casa con la serie Duplo hasta los adolescentes y mayores con Technic. De igual manera, una gama de colores limitados y unos personajes de tez amarilla le dan una seña de identidad inconfundible. Por último, y quizá lo más importante, nunca han tenido problema en adaptarse a las distintas tendencias del mercado, ya sea haciéndose con licencias interesantes como la de Marvel o Star Wars, o el hecho de expandirse por medios que no sean únicamente el juguete, ya sea con cómics, videojuegos o con la película que actualmente tenemos en cartelera.
Respecto al mundo de los videojuegos, en la actualidad, prácticamente han creado un subgénero propio con títulos apoyados en sus licencias y que culminan con el videojuego basado en la película. El juego que nos visita hoy es el primero que salió al mercado basado en el popular juguete y su concepción era radicalmente distinta a la que tenemos hoy en día de sus videojuegos, aunque, sin duda, fue la Piedra de Rosetta de lo que vendría después. LEGO Island es un producto para PC desarrollado y distribuido por Mindscape que tomaba el universo LEGO para un videojuego enfocado a un público puramente infantil.
Debido a este enfoque hacia los más pequeños, LEGO Island es un juego no lineal que carece de un objetivo final indispensable y simplemente da la oportunidad de realizar una serie de misiones. Todo se desarrolla en una isla donde podemos encontrar distintas ubicaciones tales como el circuito de carreras, la comisaría de policía, la pizzería o el hospital. En cada uno de estos lugares habrá una gran posibilidad de personalización, al menos para los estándares de la época, como si de piezas LEGO se trataran.
Mientras nos dedicamos a cambiar los lugares a nuestro antojo, un pequeño argumento se va desarrollando: somos un repartidor de pizza que recibimos la llamada de un famoso criminal llamado Brickster que, al hacerse pasar por policía, nos utilizará para poder escapar de la cárcel. A partir de ahí, tendremos que realizar distintas misiones para conseguir nuevos objetos LEGO que nos ayuden a volver a poner a Brickster entre rejas.
El juego se desarrolla principalmente desde una perspectiva en primera persona y se basa en pruebas de conducción en las que tenemos que manejar diferentes vehículos: coches de carreras, helicópteros, nuestra bicicleta de reparto y hasta un jetpack. Todo esto representado en una isla dentro de un entorno tridimensional bastante interesante para las fechas que estamos hablando y el público al que iba dirigido. Los gráficos 3D se movían con excelente fluidez y respetaban en todo momento los diseños de LEGO, por lo que resultaba un entorno muy atractivo para los niños. Por otro lado, una banda sonora creada para la ocasión y un buen equipo de dobladores, que incluía algún participante de Toy Story, terminan de definir un apartado técnico muy interesante.
Su carácter infantil lo convierte en un título con un control muy simple: movernos y algún botón de acción según la misión. Aun así, no por ello fue menos interesante, de hecho, la crítica de la época lo destacó como un videojuego ideal para que los niños se fueran familiarizando con los ordenadores y pudieran jugar junto a sus padres para que estos les echaran una mano. La clave estaba en darle tintes educativos al argumento pero sin caer en la ñoñería o la moralina, es decir, creando una diversión infantil muy al estilo de lo que estaba imponiendo PIXAR en sus producciones de aquella época.
No en vano, LEGO Island consiguió el Family Game of the Year de los Interactive Achievement Awards y el Best Kid Title of the Year de la American Academy of Arts and Sciences. Y es que, a pesar de la naturaleza del producto, las ventas fueron lo suficientemente buenas como para lanzar LEGO Island 2: The Brickster’s Revenge en 2001, esta vez con lanzamiento multiplataforma, e Island Xtreme Stunts en 2002. De igual manera, fue el pistoletazo de salida para que LEGO destinara una importante inversión al desarrollo de videojuegos basados en la gran diversidad de productos que tienen sus variadas líneas de negocio. Hoy en día, ya contamos con una cantidad muy cercana al medio centenar de lanzamientos.
LEGO Island puede que ya no resulte un videojuego tan interesante en la actualidad, sobre todo si tenemos en cuenta que los títulos de la franquicia se han desviado hacia derroteros diametralmente distintos. Sin embargo, es interesante darle una oportunidad para ver la gran evolución que han sufrido sus productos; además, sigue siendo un juego totalmente válido si tenemos algún pequeñín en la casa que esté empezando a hacer sus pinitos aporreando el teclado.