En los últimos tiempos son bastante habituales en el territorio español las viralizaciones de todo tipo de bromas sobre el concurso Saber y Ganar. La longevidad del programa y la aparente incorruptibilidad física de su conductor han dado pie a todo tipo de chascarrillos, que se han hecho tremendamente populares. Esto quizá derive de la extrañeza que nos provoca el hecho de que un concurso cultural, simplemente de preguntas y respuestas, haya durado tantos años en antena y con una audiencia que, si bien no es espectacular, es tremendamente fiel.
Análogamente puede pensarse de una idea que surgió en Montreal, hacia 1979, de la mente de Scott Abbot y Chris Haney, grandes aficionados a los juegos de mesa, y que fue el punto de partida para la creación de Trivial Pursuit. El juego, más allá del diseño del tablero y de la definición de las categorías, no es más que un continuo pregunta y respuesta, que poco parecía que fuese a impactar más allá de los empollones de clase. ¡Craso error! En la actualidad se acerca a la mareante cifra de cien millones de unidades vendidas y no hay persona en la faz de la Tierra que no lo conozca. Sin embargo, el éxito fue más bien tardío: dicho punto de inflexión llegó en 1984 cuando, tan solo en Norteamérica, se vendieron veinte millones de unidades. …Seguir leyendo +