Hace un par de semanas recibí la invitación de un amigo para participar en la gigantesca LAN party que iba a montar en su casa. He de reconocer que la idea de verme atrapado en plena ola de calor sahariano en un salón con otros quince tíos y sus respectivas máquinas no era lo que más me motivaba en este mundo pero ¡que leches! Gritos, comida basura, Red Bulls con vodka y el placer de saber que el tipo que te está llenando el culo de plomo virtual está al alcance de una colleja bien lanzada son algunos de los placeres de la vida.
Normalmente para estas cosas solía llevar mi fiel sobremesa, pero el calor y lo engorroso del traslado me hizo decantarme por una opción más cómoda y moderna así que cogí mi portátil y salí a la calle donde unos 40ºC habían decidido lanzarse sobre cualquier ser lo bastante idiota como para pisar el asfalto. …Seguir leyendo +